¿Cómo funciona el cerebro de una persona con depresión y ansiedad?

¿Cómo la Psicofisiología Revela Tu Mente?

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¿Alguna vez te has preguntado cómo tus pensamientos y emociones se manifiestan en tu cuerpo? La psicofisiología es el campo de la neurociencia que busca responder precisamente a esta pregunta, explorando la intrincada relación entre la actividad fisiológica y los procesos psicológicos, ya sean eventos mentales o comportamientos observables. A diferencia de otros métodos que pueden ser invasivos, gran parte de la investigación psicofisiológica se realiza de forma segura y no invasiva en participantes humanos despiertos, ofreciendo una ventana única a cómo funciona nuestra mente.

¿Qué se estudia en psicobiología?
La Psicobiología, por tanto, estudia las bases biológicas de la conducta humana, esto es, qué sistemas y procesos biológicos nos permiten relacionarnos activamente y de una forma adaptativa con el conjunto de variables que constituyen el medio ambiente en el que se desarrolla nuestra vida.

Este campo no busca reemplazar la descripción de un estado mental o conductual con una medida fisiológica, sino que utiliza estas mediciones como una herramienta poderosa para hacer inferencias sobre el estado cognitivo o emocional de una persona. Piensa en la felicidad: es un estado subjetivo, pero se asocia con cambios fisiológicos específicos. La psicofisiología estudia estas asociaciones, no para decir que la fisiología *es* la felicidad, sino para entender mejor sus bases biológicas y cómo se relaciona con nuestra experiencia interna y nuestro comportamiento.

Históricamente, casos como el de Phineas Gage a mediados del siglo XIX demostraron de forma dramática la conexión entre el cerebro y la personalidad. Gage, un trabajador ferroviario, sufrió un terrible accidente en el que una barra de hierro le atravesó el lóbulo frontal. Sorprendentemente, sobrevivió, pero su personalidad cambió radicalmente: se volvió impulsivo y con dificultades para planificar. Este trágico evento subrayó la idea de que áreas específicas del cerebro están ligadas a funciones psicológicas concretas, impulsando la necesidad de desarrollar métodos seguros para estudiar el cerebro humano y su relación con la psicología.

La psicofisiología se define formalmente como cualquier investigación donde la variable dependiente (lo que se mide) es una medida fisiológica, y la variable independiente (lo que se manipula) es conductual o mental. Las medidas fisiológicas pueden ser muy diversas, abarcando desde la actividad neuronal en el cerebro hasta la frecuencia cardíaca o los movimientos oculares. Esto hace que la psicofisiología sea increíblemente flexible para abordar preguntas sobre emoción, cognición, salud y sus interacciones.

Índice de Contenido

Explorando el Sistema Nervioso Central: Ventanas al Cerebro

El cerebro humano es una estructura asombrosa que, a pesar de representar solo el 2% del peso corporal, consume el 20% de la energía. Estudiar su actividad de manera no invasiva ha sido un desafío clave en neurociencia. Afortunadamente, se han desarrollado diversas técnicas psicofisiológicas que nos permiten asomarnos a su funcionamiento.

RM Estructural (sMRI): El Mapa del Cerebro

La Resonancia Magnética Estructural (sMRI) es una técnica no invasiva que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras anatómicas dentro del cuerpo, incluido el cerebro. Funciona colocando al participante en un potente campo magnético que alinea los átomos del cuerpo. Luego, se emiten pulsos de radiofrecuencia que son absorbidos y reemitidos por los átomos. La máquina detecta esta energía reemitida y la convierte en una imagen tridimensional de los tejidos.

En psicofisiología, la sMRI es valiosa para comparar el tamaño o la forma de ciertas estructuras cerebrales entre diferentes poblaciones (por ejemplo, ¿el hipocampo es diferente en personas con trastornos de ansiedad?) o para mejorar la precisión con la que se localiza la actividad medida por otras técnicas, como la RM funcional.

RM Funcional (fMRI): Viendo el Cerebro en Acción (Indirectamente)

La RM Funcional (fMRI) es quizás una de las técnicas más conocidas para estudiar la actividad cerebral relacionada con tareas mentales. A diferencia de la sMRI, la fMRI mide los cambios en la actividad del tejido, específicamente la actividad neuronal. Se basa en el principio de que cuando las neuronas están activas, consumen energía y requieren más oxígeno, que es suministrado por el torrente sanguíneo.

La técnica detecta el cambio en la concentración de hemoglobina oxigenada en la sangre, lo que se conoce como la señal BOLD (dependiente del nivel de oxígeno en sangre). Es crucial entender que la fMRI no mide la actividad neuronal directamente, sino que mide un correlato de esa actividad: los cambios en el flujo sanguíneo y la oxigenación. A partir de estos cambios vasculares, inferimos la actividad neuronal subyacente.

La fMRI ofrece una excelente resolución espacial, típicamente en el orden de milímetros, lo que permite identificar con precisión qué áreas del cerebro se activan durante una tarea. Sin embargo, su resolución temporal es relativamente pobre, en el orden de segundos. Esto se debe a que la respuesta vascular (el suministro de oxígeno) tarda varios segundos en ocurrir después de que las neuronas comienzan a disparar.

Esta técnica es extremadamente útil para identificar qué áreas del cerebro están involucradas en diferentes procesos cognitivos o emocionales. Por ejemplo, puede usarse para ver qué regiones se activan al reconocer caras, tomar decisiones o experimentar miedo. Clínicamente, ayuda a mapear áreas importantes (como las del lenguaje) antes de una cirugía cerebral. Permite comparar patrones de activación entre diferentes tareas o poblaciones (por ejemplo, personas sanas vs. personas con depresión) para entender cómo difiere el procesamiento cerebral.

Electroencefalografía (EEG): Escuchando las Ondas Eléctricas del Cerebro

La Electroencefalografía (EEG) es otra técnica fundamental para estudiar la actividad cerebral, pero se centra en las señales eléctricas. Utiliza electrodos colocados sobre el cuero cabelludo (a menudo integrados en una especie de gorro) para medir las diferencias de potencial eléctrico (voltaje) entre distintos puntos de la cabeza. Estos electrodos registran la actividad eléctrica generada naturalmente por las neuronas del cerebro; no introducen electricidad en el cerebro.

A diferencia de la fMRI, el EEG mide la actividad neuronal directamente. Una de sus mayores fortalezas es su excepcional resolución temporal, permitiendo registrar eventos cerebrales que ocurren en milisegundos. Esto es invaluable para estudiar la velocidad del procesamiento neural y la secuencia temporal de los eventos cognitivos.

Sin embargo, la resolución espacial del EEG es más limitada. Dado que las señales eléctricas deben viajar a través del cráneo y el cuero cabelludo para llegar a los electrodos, la localización precisa de la fuente de la actividad dentro del cerebro es más difícil que con la fMRI. Aunque se pueden usar técnicas avanzadas de análisis para estimar la ubicación de la fuente, la precisión es menor, especialmente para la actividad profunda.

Existe una versión invasiva del EEG llamada electrocorticografía (ECoG), donde los electrodos se colocan directamente sobre la superficie del cerebro. Esto se realiza generalmente en contextos médicos, como antes de la cirugía de epilepsia, y ofrece una resolución espacial y temporal mucho mayores, pero no es una técnica de investigación psicofisiológica no invasiva estándar.

El EEG es ideal para investigar la dinámica temporal de los procesos cerebrales. ¿Cuánto tiempo tarda el cerebro en reconocer un estímulo visual? ¿Cuándo detecta un error en una tarea? También es útil para estudiar los ritmos cerebrales (ondas alfa, beta, theta, delta) y cómo cambian durante diferentes estados (sueño, vigilia, concentración) o en trastornos neurológicos/psiquiátricos. Permite explorar cómo diferentes áreas cerebrales se comunican entre sí (conectividad funcional).

Magnetoencefalografía (MEG): Los Campos Magnéticos del Pensamiento

La Magnetoencefalografía (MEG) es otra técnica no invasiva que mide la actividad neuronal, pero en lugar de la actividad eléctrica, detecta los diminutos campos magnéticos generados por las corrientes eléctricas en el cerebro. Sensores muy sensibles se colocan cerca del cuero cabelludo del participante para captar estos campos magnéticos.

Al igual que el EEG, la MEG ofrece una excelente resolución temporal, registrando la actividad cerebral con una precisión de milisegundos. Una ventaja clave de la MEG sobre el EEG es su mejor resolución espacial. Los campos magnéticos no se distorsionan tanto al pasar por los tejidos del cráneo y el cuero cabelludo como las señales eléctricas, lo que permite una localización más precisa de la fuente de la actividad neural.

¿Qué relación tiene la psicología con la neurociencia?
En síntesis, en cuanto a la formación conceptual, los psicólogos necesitan adquirir fundamentos de neurociencias porque conforman una de las fuentes que aportan explicaciones sobre la mente y la conducta humanas.

Sin embargo, la MEG requiere un equipo mucho más costoso y salas especiales apantalladas para eliminar la interferencia de los campos magnéticos ambientales (como los de la red eléctrica de la ciudad). Esto limita su disponibilidad en comparación con el EEG.

Las estrategias de análisis para MEG son muy similares a las del EEG, centrándose en la dinámica temporal y la conectividad cerebral. Es una herramienta poderosa para estudiar la secuencia rápida de eventos en el procesamiento sensorial, cognitivo y motor, y para investigar cómo las redes cerebrales interactúan en el tiempo.

Tomografía por Emisión de Positrones (PET): Rastreando el Metabolismo Cerebral

La Tomografía por Emisión de Positrones (PET) es una técnica de imagen médica que mide procesos metabólicos en el cuerpo, incluido el cerebro. Implica inyectar en el torrente sanguíneo una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva de corta duración (un trazador) unida a una molécula biológicamente activa, como la glucosa (fluorodesoxiglucosa o FDG).

El cerebro, al igual que otros órganos, utiliza glucosa como principal fuente de energía. Las áreas cerebrales más activas metabólicamente consumen más glucosa, por lo que el trazador se concentra en esas regiones. El trazador emite positrones, que interactúan con electrones produciendo pares de fotones detectados por el escáner PET. La distribución espacial de estos fotones permite construir una imagen tridimensional de las áreas con mayor actividad metabólica, lo que generalmente se correlaciona con una mayor actividad neuronal.

La PET tiene una resolución espacial decente (varios milímetros), a menudo mejorada combinándola con una tomografía computarizada (TC). Sin embargo, su resolución temporal es muy pobre, ya que la imagen representa la actividad metabólica promedio durante un período de varias decenas de minutos. Esto la hace menos adecuada para estudiar la dinámica rápida de los procesos cognitivos.

Una ventaja única de la PET es la posibilidad de usar diferentes trazadores que se unen a receptores de neurotransmisores específicos. Esto permite a los investigadores estudiar la densidad o la función de sistemas de neurotransmisores particulares en el cerebro, lo cual es crucial para entender la base biológica de muchos trastornos neurológicos y psiquiátricos.

La PET es una técnica costosa y requiere acceso a un ciclotrón para producir los trazadores radiactivos, que tienen una vida media muy corta. Esto limita su disponibilidad principalmente a grandes centros de investigación y hospitales.

Un Método Relacionado: Estimulación Magnética Transcraneal (TMS)

Aunque no se considera estrictamente un método psicofisiológico (ya que la variable independiente es fisiológica -la estimulación- y la dependiente es conductual o mental), la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) es una técnica de neurociencia no invasiva muy relevante que a menudo se utiliza en combinación con métodos psicofisiológicos. La TMS utiliza una bobina colocada sobre el cuero cabelludo para generar un campo magnético pulsante que atraviesa el cráneo e induce corrientes eléctricas en las neuronas corticales subyacentes.

Estos pulsos magnéticos pueden excitar o inhibir temporalmente la actividad neuronal en un área específica del cerebro. Al aplicar TMS durante una tarea cognitiva o conductual, los investigadores pueden estudiar la función de esa área cerebral particular. Si la estimulación de un área interrumpe el rendimiento en una tarea, sugiere que esa área es necesaria para esa función. Esto permite establecer relaciones causales entre la actividad cerebral y el comportamiento, algo que las técnicas de imagen como la fMRI o el EEG, que son correlacionales, no pueden hacer por sí solas.

El TMS también se puede aplicar de forma repetitiva (rTMS) para producir efectos más duraderos sobre la excitabilidad neuronal, explorando así la plasticidad cerebral. Esto tiene aplicaciones terapéuticas potenciales para trastornos como la depresión.

Comparando los Métodos del SNC

MétodoQué Mide PrincipalmenteInvasividadResolución TemporalResolución EspacialCosto / Disponibilidad
RM Estructural (sMRI)Anatomía del cerebroNo invasivaNo aplicable (estática)Excelente (sub-milimétrica a milimétrica)Alto / Media a Alta
RM Funcional (fMRI)Cambios flujo sanguíneo (actividad inferida)No invasivaPobre (segundos)Excelente (milimétrica)Alto / Alta
Electroencefalografía (EEG)Actividad eléctrica neuronal directaNo invasiva (cuero cabelludo)Excelente (milisegundos)Pobre (centimétrica, mejor para superficial)Bajo a Medio / Alta
Magnetoencefalografía (MEG)Campos magnéticos de la actividad neuronalNo invasivaExcelente (milisegundos)Buena (milimétrica)Muy Alto / Baja
Tomografía por Emisión de Positrones (PET)Actividad metabólica (glucosa, neurotransmisores)Mínimamente invasiva (inyección trazador)Muy Pobre (decenas de minutos)Buena (milimétrica)Muy Alto / Muy Baja

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Cuál es la principal diferencia entre fMRI y EEG/MEG?

La fMRI mide indirectamente la actividad cerebral a través de los cambios en el flujo sanguíneo (señal BOLD), ofreciendo una excelente resolución espacial. El EEG y el MEG miden directamente la actividad eléctrica o magnética de las neuronas, respectivamente, ofreciendo una excelente resolución temporal. Son complementarias: fMRI dice *dónde* ocurre la actividad, EEG/MEG dice *cuándo* ocurre.

¿Por qué se dice que la fMRI infiere la actividad neuronal y no la mide directamente?

La fMRI detecta la respuesta vascular (cambios en el flujo sanguíneo y la oxigenación) que ocurre después de que las neuronas se activan. Aunque esta respuesta vascular está fuertemente correlacionada con la actividad neuronal, no es la actividad neuronal en sí misma. Es una medida indirecta basada en la demanda metabólica de las neuronas activas.

¿Es segura la PET, ya que usa material radiactivo?

Sí, la PET se considera segura cuando se realiza en entornos médicos o de investigación controlados. Los trazadores radiactivos utilizados tienen una vida media muy corta (se desintegran rápidamente) y se administran en cantidades muy pequeñas. La exposición a la radiación es comparable a la de otras pruebas de imagen médica.

¿Qué tipo de preguntas se pueden responder mejor con EEG que con fMRI?

El EEG es ideal para preguntas sobre la rapidez de los procesos cerebrales, la secuencia temporal de la activación neural y el estudio de los ritmos cerebrales. Por ejemplo, estudiar el tiempo de reacción del cerebro a un estímulo, la detección de errores o el procesamiento del lenguaje palabra por palabra.

¿Los métodos psicofisiológicos solo estudian el cerebro?

Aunque este artículo se centró en los métodos del Sistema Nervioso Central (SNC), la psicofisiología también incluye medidas del Sistema Nervioso Periférico, como la conductancia de la piel (relacionada con la sudoración y la excitación emocional), la frecuencia cardíaca y su variabilidad (relacionadas con el estado emocional y la carga cognitiva), la actividad muscular (EMG), los movimientos oculares (EOG), entre otros. Estas medidas periféricas también proporcionan información valiosa sobre los estados psicológicos.

¿Cuál es la diferencia entre psicología fisiológica y neuropsicología?

Aunque los términos a veces se superponen, la psicología fisiológica (o psicofisiología) generalmente se centra en cómo los procesos fisiológicos (incluidos los del SNC y SNP) influyen en la conducta y los procesos mentales en individuos sanos. La neuropsicología se enfoca más en el estudio de los déficits cognitivos y conductuales causados por daño o disfunción cerebral (lesiones, enfermedades) y utiliza evaluaciones conductuales y, a menudo, técnicas de neuroimagen para correlacionar el daño cerebral con los problemas psicológicos observados.

Conclusión

Los métodos psicofisiológicos son herramientas esenciales y fascinantes en neurociencia y psicología. Nos permiten ir más allá de la observación del comportamiento para explorar las bases biológicas de nuestros pensamientos, emociones y acciones de una manera en gran medida no invasiva. Cada técnica, ya sea la RM Funcional (fMRI) que mapea la actividad relacionada con el flujo sanguíneo, el Electroencefalografía (EEG) que captura la rápida danza eléctrica de las neuronas, la Magnetoencefalografía (MEG) que detecta sus campos magnéticos o la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) que rastrea el metabolismo, ofrece una perspectiva única. Al comprender las fortalezas y debilidades de cada método, los investigadores pueden diseñar estudios que desvelen las complejidades de la relación mente-cuerpo, acercándonos cada vez más a comprender plenamente la experiencia humana desde una perspectiva biológica.

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Jesús Porta Etessam

Soy licenciado en Medicina y Cirugía y Doctor en Neurociencias por la Universidad Complutense de Madrid. Me formé como especialista en Neurología realizando la residencia en el Hospital 12 de Octubre bajo la dirección de Alberto Portera y Alfonso Vallejo, donde también ejercí como adjunto durante seis años y fui tutor de residentes. Durante mi formación, realicé una rotación electiva en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.Posteriormente, fui Jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y actualmente soy jefe de servicio de Neurología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Tengo el honor de ser presidente de la Sociedad Española de Neurología, además de haber ocupado la vicepresidencia del Consejo Español del Cerebro y de ser Fellow de la European Academy of Neurology.A lo largo de mi trayectoria, he formado parte de la junta directiva de la Sociedad Española de Neurología como vocal de comunicación, relaciones internacionales, director de cultura y vicepresidente de relaciones institucionales. También dirigí la Fundación del Cerebro.Impulsé la creación del grupo de neurooftalmología de la SEN y he formado parte de las juntas de los grupos de cefalea y neurooftalmología. Además, he sido profesor de Neurología en la Universidad Complutense de Madrid durante más de 16 años.

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