John Foxe es una figura monumental en la historia inglesa, cuyo nombre está indisolublemente ligado a una de las obras más influyentes de la era de la Reforma. Conocido principalmente como el autor de lo que popularmente se conoce como el "Libro de los Mártires", Foxe documentó las persecuciones y sufrimientos de los protestantes, dejando una huella profunda en la identidad religiosa y política de Inglaterra. Su vida, marcada por el estudio, el exilio y una devoción inquebrantable, es tan fascinante como la obra que le dio fama. Este artículo se adentra en quién fue John Foxe, cómo surgió su magnum opus, y el debate histórico que aún rodea la precisión de sus relatos.

- Primeros Años y Educación
- Renuncia en Oxford y Vida Temprana
- Exilio y el Comienzo de su Obra
- Regreso a Inglaterra y Publicación
- "Actes and Monuments": Contenido e Impacto
- Precisión Histórica y Reputación
- Personalidad de John Foxe
- ¿Era John Foxe un Puritano?
- Preguntas Frecuentes
- Ediciones Clave del Libro de Foxe
Primeros Años y Educación
Nacido en Boston, Lincolnshire, Inglaterra, en el seno de una familia de posición media, John Foxe mostró desde joven una inclinación notable por el estudio y la piedad. Hacia 1534, con unos 16 años, ingresó en Brasenose College, Oxford, donde fue alumno de John Hawarden. En 1535, fue admitido en Magdalen College School, posiblemente para perfeccionar su latín o para ejercer como instructor júnior. Su progreso académico fue constante; se convirtió en miembro probacionista en julio de 1538 y en miembro titular al año siguiente. Foxe obtuvo su licenciatura en julio de 1537 y su maestría en julio de 1543, sirviendo además como profesor de lógica entre 1539 y 1540.
Las cartas escritas por Foxe entre 1544 y 1545 revelan la imagen de un hombre de disposición amistosa y profunda compasión, intensamente religioso y un estudiante ferviente, ansioso por relacionarse con otros académicos. Para cuando cumplió veinticinco años, ya había leído a los Padres latinos y griegos, a los escolásticos y el derecho canónico, además de haber adquirido una considerable habilidad en la lengua hebrea. Su formación en Oxford fue sólida y le proporcionó las herramientas intelectuales para sus futuros trabajos.
Renuncia en Oxford y Vida Temprana
La prometedora carrera académica de Foxe en Oxford llegó a un abrupto final en 1545. Tras convertirse al protestantismo, abrazó creencias que eran condenadas por la Iglesia de Inglaterra bajo el reinado de Enrique VIII. Después de un año de "regencia obligatoria" (clases públicas), Foxe habría tenido que tomar las órdenes sagradas hacia Michaelmas de 1545. La razón principal de su renuncia fue probablemente su oposición al celibato clerical, que describió en cartas a amigos como una "autocastración".
Aunque los registros universitarios indican que renunció por voluntad propia y "ex honesta causa" (por una causa honesta), es posible que Foxe fuera forzado a abandonar el colegio en una purga general de sus miembros protestantes. Su cambio de opinión religiosa pudo haber deteriorado temporalmente su relación con su padrastro e incluso haber puesto su vida en peligro. Foxe fue testigo directo de la quema de William Cowbridge en septiembre de 1538, una experiencia que sin duda impactó profundamente su perspectiva sobre la persecución religiosa.
Tras verse obligado a abandonar su potencial carrera académica, Foxe pasó por un período de gran necesidad. Aunque Hugh Latimer lo invitó a vivir con él, finalmente encontró un puesto como tutor en la casa de Thomas Lucy en Charlecote. Antes de dejar a los Lucy, Foxe se casó con Agnes Randall el 3 de febrero de 1547. Tuvieron seis hijos. Este período de su vida estuvo marcado por la incertidumbre y la dificultad, forjado por sus convicciones religiosas en un tiempo de gran turbulencia.
Exilio y el Comienzo de su Obra
La ascensión al trono de la reina católica Mary I en 1553 marcó un período de intensa persecución para los protestantes en Inglaterra, ganándose el apodo de "Bloody Mary". Ante el peligro, John Foxe, como muchos otros protestantes, se vio obligado a exiliarse. Se trasladó a Estrasburgo, Francia, donde en 1554 publicó una versión parcial de su martirologio en latín, titulada Commentarii rerum in ecclesia gestarum. Este fue el primer paso hacia la obra que lo inmortalizaría.
Posteriormente, Foxe se trasladó a Frankfurt, donde ofreció un apoyo moderado al partido calvinista de John Knox. De allí se dirigió a Basilea, Suiza. Durante su estancia en Basilea, escribió un ferviente llamado a la nobleza inglesa para que frenara la persecución de los protestantes por parte de la reina, titulado Ad inclytos ac praepotentes Angliae proceres (1557).
Fue en Basilea donde Foxe continuó trabajando en su martirologio. Con la ayuda de manuscritos que le enviaban desde Inglaterra, amplió su relato de los mártires hasta el año 1556. Esta versión ampliada en latín fue impresa en 1559, el año siguiente a la muerte de Mary I y la ascensión al trono de la reina protestante Elizabeth I. Aunque todavía no era la obra completa en inglés que se haría famosa, esta edición latina de 1559 fue un hito importante en la recopilación de historias de persecución.

Regreso a Inglaterra y Publicación
Tras la muerte de Mary I en 1558 y la llegada de Elizabeth I, Foxe no tuvo prisa por regresar a Inglaterra. Esperó a ver si los cambios religiosos instituidos por la nueva reina se consolidarían. Además, su situación económica era tan precaria que no pudo viajar con su familia hasta que le enviaron dinero. Una vez de regreso en Inglaterra, parece que vivió durante diez años en Aldgate, Londres, en la casa de su antiguo alumno, Thomas Howard, quien se había convertido en el Cuarto Duque de Norfolk.
Rápidamente, Foxe se asoció con el impresor John Day, publicando obras de controversia religiosa mientras trabajaba en una nueva versión de su martirologio, esta vez en inglés. Esta obra se convertiría finalmente en los Actes and Monuments. Foxe fue ordenado sacerdote por su amigo Edmund Grindal, entonces obispo de Londres. Sin embargo, Foxe tenía ciertas inclinaciones puritanas y, como muchos de los exiliados, sentía escrúpulos respecto al uso de las vestimentas clericales prescritas por las instrucciones de la reina de 1559.
Mientras muchos de sus amigos finalmente se conformaron a las prácticas de la Iglesia establecida, Foxe se mantuvo más reacio o resuelto en sus convicciones. Algunos intentaron conseguirle puestos eclesiásticos en el nuevo régimen, pero resultaba difícil ayudar a un hombre de naturaleza tan singularmente ajena al mundo, que desdeñaba usar sus poderosas amistades para ascender. A pesar de esto, se dedicó de lleno a la finalización de su gran obra, que vería la luz en marzo de 1563 bajo el título completo de Actes and Monuments of these Latter and Perillous Dayes, touching Matters of the Church, wherein are comprehended and described the great Persecutions and horrible Troubles that have been wrought and practised by the Romishe Prelates, speciallye in this Realme of England and Scotlande, from the Yeare of our Lorde a thousande to the time now present. Esta extensa obra es lo que hoy conocemos comúnmente como el Libro de los Mártires.
"Actes and Monuments": Contenido e Impacto
El Libro de los Mártires de John Foxe es, en esencia, una crónica detallada de la persecución y el martirio de cristianos y protestantes a lo largo de la historia, con un enfoque particular en Inglaterra y otros lugares de Europa durante la Reforma Protestante y el reinado de Mary I. La primera edición en inglés de 1563 fue una obra considerable, pero Foxe continuó revisándola y ampliándola. La segunda edición, publicada en 1570, fue significativamente mejorada y se convirtió en la base para las ediciones posteriores.
La obra proporciona relatos extensos de las vidas, sufrimientos y ejecuciones de reformadores, predicadores y personas comunes que se negaron a renunciar a su fe protestante. Aunque contiene relatos históricos, es importante destacar que el libro también tiene una naturaleza polémica y propagandística. Foxe era un firme protestante y su trabajo tenía la intención de promover la causa de la Reforma Inglesa y presentar a los católicos, especialmente a la reina Mary I, bajo una luz negativa. Las numerosas ilustraciones xilográficas que acompañaban muchas ediciones, representando de forma gráfica los métodos de ejecución y el sufrimiento de los mártires, hicieron que el libro fuera aún más vívido y emocionalmente impactante.
El libro desempeñó un papel crucial en la formación de la opinión pública y las actitudes hacia la Iglesia Católica. Reforzó la narrativa de los mártires protestantes como figuras heroicas que murieron por su fe y contribuyó significativamente al sentimiento anticatólico en Inglaterra. Su influencia fue tan vasta que, después de la Biblia, se considera una de las obras más importantes e influyentes en el pensamiento protestante inglés de finales del período Tudor y principios del Stuart.
Precisión Histórica y Reputación
La precisión del Libro de los Mártires ha sido objeto de debate a lo largo de los siglos. Si bien Foxe basó sus relatos en parte en documentos fiables, informes de juicios y testimonios de amigos de los que sufrieron, su naturaleza polémica y propagandística llevó a críticas sobre la exactitud de algunas de sus narraciones. Algunos contemporáneos ya cuestionaron la veracidad de ciertas cuentas, acusando a Foxe de exageración y embellecimiento.
A finales del siglo XVII, la obra a menudo se abreviaba, incluyendo solo los episodios más sensacionales de tortura y muerte, lo que le daba una cualidad sensacionalista que distaba mucho de la intención original del autor. Debido a que el libro fue utilizado para atacar el catolicismo y el anglicanismo de alta iglesia, su credibilidad fue desafiada a principios del siglo XIX por varios autores, destacando Samuel R. Maitland. En palabras de un victoriano católico, después de la crítica de Maitland, "nadie con pretensiones literarias... se atrevió a citar a Foxe como autoridad".

Sin embargo, el análisis más reciente de la crítica de Maitland en el siglo XXI ha llevado a una evaluación más matizada. Historiadores como David Loades señalan que Maitland merece un respeto genuino pero limitado. Si bien su demolición de la historia de los valdenses y algunas otras reconstrucciones medievales de Foxe fue precisa hasta cierto punto, Maitland nunca abordó las partes de Actes and Monuments donde Foxe era más fuerte. La conclusión general de Maitland de que la obra era solo un tejido de fabricaciones y distorsiones no está respaldada por el análisis moderno.
La rehabilitación de Foxe como historiador comenzó realmente con la publicación de John Foxe and His Book por J. F. Mozley en 1940, iniciando una controversia que continúa hasta el presente. El interés renovado en Foxe como figura seminal en los estudios de la Edad Moderna ha llevado a la creación de una nueva edición crítica. Thomas S. Freeman, un destacado estudioso de Foxe, resume la visión académica actual: "la erudición actual ha formado una estimación más compleja y matizada de la precisión de Actes and Monuments... Quizás [Foxe] pueda ser visto de manera más provechosa bajo la misma luz que un abogado que defiende un caso para un cliente que sabe que es inocente y a quien está decidido a salvar. Como el hipotético abogado, Foxe tuvo que lidiar con la evidencia de lo que realmente sucedió, evidencia que rara vez estaba en posición de falsificar. Pero no presentaría hechos perjudiciales para su cliente, y tenía las habilidades que le permitieron organizar la evidencia para que se ajustara a lo que él quería que dijera. Como el abogado, Foxe presenta evidencia crucial y cuenta un lado de una historia que debe ser escuchada. Pero nunca debe leerse sin crítica, y sus objetivos partidistas siempre deben tenerse en cuenta."
Personalidad de John Foxe
Más allá de su monumental obra, John Foxe fue un hombre de profunda piedad y carácter singular. Era tan estudioso que, según se dice, arruinó su salud por su persistente dedicación al estudio. Sin embargo, poseía un "genio para la amistad", sirvió como consejero espiritual y era conocido por su caridad privada. Incluso se involucró en actividades como concertar matrimonios.
Foxe era tan renombrado como hombre de oración que Francis Drake atribuyó parte de su victoria en Cádiz a las plegarias de Foxe. Su extrema falta de apego al mundo llevó a otros a afirmar que poseía poderes proféticos y que podía sanar a los enfermos, aunque estas afirmaciones reflejan más la percepción de su santidad que hechos verificables.
Lo que sí es claro es que Foxe albergaba un odio a la crueldad que se adelantaba a su época. Cuando el gobierno de Elizabeth I capturó a varios anabaptistas flamencos en 1572 y los condenó a ser quemados, Foxe primero escribió cartas a la Reina y a su consejo pidiendo clemencia para sus vidas. Luego, escribió a los propios prisioneros (haciendo traducir su borrador en latín al flamenco) suplicándoles que abandonaran lo que él consideraba sus errores teológicos. Foxe incluso visitó a los anabaptistas en prisión. Desafortunadamente, su intento de intercesión fue en vano; dos fueron quemados en Smithfield "con gran horror, rugiendo y gritando".
Richard Day, hijo del impresor John Day y que conocía bien a Foxe, lo describió en 1607 como un "hombre excelente... extremadamente laborioso en su pluma... su erudición inferior a ninguno de su edad y tiempo; por la integridad de su vida, una luz brillante para cuantos lo conocieron, lo vieron y vivieron con él". El funeral de Foxe fue acompañado por "multitudes de dolientes", testimonio del respeto y afecto que inspiraba.
¿Era John Foxe un Puritano?
La clasificación de John Foxe dentro de las corrientes religiosas de su tiempo es un tema que se aborda en la información proporcionada. Se le describe explícitamente como un predicador puritano y autor de El Libro de los Mártires. La información señala que, después de estudiar en Oxford, cayó bajo sospecha de albergar puntos de vista protestantes más extremos de lo que las autoridades de su colegio permitirían. Esto ya apunta a una inclinación hacia formas de protestantismo más rigurosas o reformadas, características del movimiento puritano emergente.
Durante su exilio en Frankfurt, se menciona que ofreció "un apoyo moderador al partido calvinista de John Knox", lo que lo vincula con las corrientes reformadas que influyeron en el puritanismo. A su regreso a Inglaterra, aunque fue ordenado sacerdote anglicano, se dice que "tenía escrúpulos puritanos" y, "como muchos de los exiliados, tenía reparos sobre el uso de las vestimentas clericales". Esta resistencia a las prácticas y ceremonias de la Iglesia de Inglaterra establecidas por Isabel I era una característica distintiva de los puritanos.
Aunque Foxe no fue un puritano radical en el sentido de separarse de la Iglesia de Inglaterra, sus simpatías, sus escrúpulos sobre las vestimentas y su enfoque en la piedad personal y la reforma de la iglesia lo alinean con las sensibilidades puritanas de la época. El Libro de los Mártires se convirtió en una obra muy valorada, a menudo el libro más apreciado después de la Biblia, en los hogares de los puritanos ingleses, lo que subraya su conexión con este movimiento. Por lo tanto, basándonos en la información, es apropiado considerar a John Foxe como una figura con fuertes inclinaciones y vínculos puritanos.

Preguntas Frecuentes
¿Qué es el Libro de los Mártires de John Foxe?
Es el nombre popular para la obra Actes and Monuments, una extensa crónica de las persecuciones y martirios de cristianos y protestantes a lo largo de la historia, centrándose en la Reforma Protestante en Inglaterra.
¿Por qué es tan famoso el libro?
El libro se hizo famoso por sus relatos detallados y a menudo gráficos de los sufrimientos de los mártires, así como por sus impactantes ilustraciones. Tuvo un enorme impacto en la formación de la identidad protestante inglesa y en el sentimiento anticatólico.
¿Por qué John Foxe tuvo que exiliarse?
Foxe tuvo que exiliarse durante el reinado de la reina católica Mary I, quien persiguió a los protestantes. Como protestante, su vida y libertad estaban en peligro en Inglaterra en ese momento.
¿Qué tan preciso es el Libro de los Mártires?
La precisión del libro ha sido debatida. Si bien Foxe utilizó fuentes y testimonios, la obra también es polémica. Los estudios modernos sugieren que, aunque no debe leerse sin crítica debido a sus objetivos partidistas, contiene evidencia crucial y relatos valiosos, especialmente sobre eventos de su tiempo.
¿Era John Foxe un puritano?
Sí, la información proporcionada lo identifica como un predicador puritano. Tenía simpatías y escrúpulos (como los relacionados con las vestimentas clericales) que lo alinean con el movimiento puritano de su época.
¿Cuál fue la influencia del libro?
Se considera una de las obras más influyentes en el pensamiento protestante inglés después de la Biblia. Ayudó a moldear la percepción pública del catolicismo y reforzó la imagen de los mártires protestantes.
Ediciones Clave del Libro de Foxe
| Edición | Idioma | Año | Notas Principales |
|---|---|---|---|
| Commentarii rerum in ecclesia gestarum | Latín | 1554 | Primera versión, incompleta, publicada durante el exilio en Estrasburgo. |
| Edición Latina Ampliada | Latín | 1559 | Ampliada, cubriendo hasta 1556, publicada en Basilea. |
| Actes and Monuments | Inglés | 1563 | Primera edición completa en inglés, publicada en Londres. |
| Segunda Edición (Actes and Monuments) | Inglés | 1570 | Significativamente mejorada y ampliada, base para ediciones posteriores. |
La vida y obra de John Foxe ofrecen una ventana fascinante a las convulsiones religiosas del siglo XVI. Su Libro de los Mártires, a pesar de los debates sobre su sesgo y precisión, sigue siendo una fuente primaria invaluable para comprender la historia de la Reforma Protestante y el precio pagado por aquellos que desafiaron el statu quo religioso. Fue un hombre de su tiempo, moldeado por la persecución y dedicado a preservar la memoria de quienes consideraba héroes de la fe. Su legado, aunque a veces controvertido, perdura como testimonio del poder de la creencia y la palabra escrita para influir en el curso de la historia.
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