What part of the brain is connected to religion?

El Cerebro y la Fe

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Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha buscado comprender la naturaleza de la creencia, especialmente la religiosa. Con el avance de la neurociencia, ahora contamos con herramientas para explorar las bases biológicas de esta compleja experiencia humana. Estudios recientes, utilizando técnicas como la resonancia magnética funcional (fMRI), están comenzando a desentrañar qué partes del cerebro se activan cuando creemos, y si existen diferencias neurales entre la fe religiosa y otras formas de creencia.

What part of the brain is connected to religion?
Belief, whether religious or nonreligious, is associated with greater signal in the ventromedial prefrontal cortex (vMPFC), a brain region important for self-representation, emotional associations, reward, and goal-driven behavior.

Este artículo resume hallazgos clave de investigaciones que correlacionan la actividad cerebral con la creencia, prestando especial atención a la creencia religiosa y la influencia de la cultura. La información se basa en estudios publicados hasta marzo de 2018, ofreciendo una instantánea de cómo la neurociencia aborda este tema.

Índice de Contenido

La Creencia en el Cerebro: Una Base Compartida

Investigaciones en neurociencia sugieren que la creencia, independientemente de si es religiosa o no religiosa, activa una región cerebral particular: la corteza prefrontal ventromedial (vMPFC). Esta área, ubicada en la parte frontal e inferior del cerebro, es crucial para diversas funciones cognitivas y emocionales. Se sabe que la vMPFC desempeña un papel importante en la auto-representación (cómo nos vemos a nosotros mismos), las asociaciones emocionales, el procesamiento de recompensas y la conducta dirigida a objetivos. El hecho de que esta región se active durante la creencia sugiere que tanto la fe en un ser superior como la convicción en una idea secular comparten un sustrato neural básico relacionado con la evaluación personal y la motivación.

Diferencias Neurales: Creencia Religiosa vs. No Religiosa

Aunque la vMPFC es común a toda creencia, los estudios de fMRI han revelado diferencias significativas en la actividad cerebral cuando se compara la creencia religiosa específicamente con la creencia no religiosa. La creencia religiosa parece involucrar una red más amplia de áreas cerebrales, mostrando una mayor señal en comparación con la creencia no religiosa en regiones como:

  • El precúneo: Relacionado con la auto-representación, la memoria autobiográfica y la integración visuoespacial.
  • La ínsula anterior: Implicada en la conciencia interoceptiva, el procesamiento emocional y la empatía.
  • El estriado ventral: Parte del sistema de recompensa y motivación del cerebro.
  • La corteza cingulada anterior (CCA): Asociada con el conflicto cognitivo, la detección de errores y la regulación emocional.
  • La corteza medial posterior: También vinculada a la auto-representación y la cognición social.

Estas áreas están fuertemente asociadas con la gobernanza de las emociones, la auto-representación y la resolución de conflictos cognitivos. La mayor actividad en estas regiones durante la creencia religiosa podría reflejar la profunda carga emocional, la conexión con la identidad personal y la posible gestión de ideas o dogmas complejos que a veces pueden entrar en conflicto con otras creencias o experiencias.

En contraste, la creencia no religiosa parece activar más intensamente las redes de memoria del hemisferio izquierdo. Estas redes están típicamente asociadas con la memoria semántica, el lenguaje y el procesamiento de información factual. Esto sugiere que la creencia no religiosa podría estar más arraigada en procesos de memoria basados en hechos y conocimiento acumulado, en comparación con la creencia religiosa que parece involucrar de manera más prominente las esferas emocional y de auto-referencia.

La Influencia de la Cultura en el Procesamiento de la Creencia

La neurociencia no solo examina las diferencias entre tipos de creencia, sino también cómo el contexto cultural moldea la actividad cerebral. Estudios comparativos han mostrado que la forma en que el cerebro procesa tareas de auto-juicio (cómo evaluamos información relacionada con nosotros mismos) puede variar significativamente entre diferentes grupos culturales o religiosos.

Por ejemplo, un estudio comparó la actividad cerebral durante tareas de auto-juicio entre no creyentes y cristianos. Se observó que los no creyentes involucraban más la corteza prefrontal ventromedial (vMPFC) al evaluar información sobre sí mismos, lo cual es consistente con el papel de esta área en la auto-representación general. Sin embargo, los cristianos mostraron una activación significativamente mayor en la corteza prefrontal dorsomedial (dMPFC), una región asociada con el pensamiento sobre los demás, la cognición social y la toma de perspectiva.

Este hallazgo es particularmente interesante a la luz de conceptos religiosos específicos, como la idea cristiana de la "entrega a Cristo". Los investigadores interpretaron que esta práctica de fe podría estar relacionada con una transformación en la forma en que el cerebro procesa la información personal. La "entrega" parecería debilitar la codificación neural de la auto-referencialidad simple del estímulo (el 'yo' individual y mundano) pero, al mismo tiempo, potenciaría la actividad neural subyacente a los procesos evaluativos de los estímulos auto-referenciales, quizás viéndolos a través del prisma de la fe o la perspectiva divina. Esto sugiere una posible transformación del 'yo' autobiográfico semántico (basado en la historia personal y el conocimiento) hacia un 'yo' conceptual alineado con la figura de Cristo.

Tabla Comparativa de Áreas Cerebrales

A continuación, se presenta una tabla que resume las principales diferencias observadas en la actividad cerebral entre la creencia religiosa y no religiosa, según los estudios analizados:

Aspecto ComparadoCreencia General (Religiosa y No Religiosa)Creencia Religiosa (Mayor actividad vs No Religiosa)Creencia No Religiosa (Mayor actividad vs Religiosa)
Área Cerebral PrincipalCorteza Prefrontal Ventromedial (vMPFC)Precúneo
Ínsula Anterior
Estriado Ventral
Corteza Cingulada Anterior (CCA)
Corteza Medial Posterior
Redes de Memoria del Hemisferio Izquierdo
Funciones AsociadasAuto-representación, Emoción, Recompensa, Comportamiento dirigido a objetivosGobernanza de Emociones, Auto-representación (compleja/social), Conflicto Cognitivo, MotivaciónMemoria Semántica, Lenguaje, Procesamiento Factual
Posible InterpretaciónBase neural común para la convicciónImplica procesos emocionales, sociales y de manejo de la identidad más profundosMás basada en el conocimiento y la memoria fáctica/lógica

Preguntas Frecuentes sobre el Cerebro y la Creencia

Aquí respondemos algunas preguntas comunes basadas en los hallazgos presentados:

¿Qué parte del cerebro se relaciona con la creencia en general?
Según los estudios, la corteza prefrontal ventromedial (vMPFC) muestra una mayor actividad tanto en la creencia religiosa como en la no religiosa, sugiriendo un sustrato común.

¿Hay diferencias cerebrales entre la creencia religiosa y la no religiosa?
Sí, aunque la vMPFC es común, la creencia religiosa muestra una mayor activación en áreas relacionadas con la emoción, la auto-representación y el conflicto cognitivo (precúneo, ínsula anterior, estriado ventral, CCA, corteza medial posterior), mientras que la creencia no religiosa activa más las redes de memoria del hemisferio izquierdo.

¿Cómo influye la cultura en la forma en que el cerebro procesa la creencia?
La cultura y las prácticas religiosas específicas pueden influir en cómo el cerebro procesa la información, particularmente la auto-referencial. Por ejemplo, se observaron diferencias en la actividad cerebral (vMPFC vs. dMPFC) durante tareas de auto-juicio entre no creyentes y cristianos.

¿Qué significa el hallazgo sobre la "entrega a Cristo" en el cerebro?
En el contexto del estudio mencionado, la práctica de la "entrega a Cristo" en cristianos pareció disminuir la codificación neural del 'yo' simple y aumentar la actividad cerebral relacionada con la evaluación de estímulos auto-referenciales, sugiriendo una reorientación de la identidad personal.

¿Qué métodos se usaron para estudiar esto?
Estos estudios se basaron principalmente en la resonancia magnética funcional (fMRI), una técnica que mide la actividad cerebral detectando cambios en el flujo sanguíneo.

Conclusión

La exploración neurocientífica de la creencia, y en particular de la creencia religiosa, es un campo fascinante y en desarrollo. Los hallazgos iniciales sugieren que la fe no es una función unitaria del cerebro, sino que involucra una red compleja de áreas relacionadas con la cognición, la emoción, la auto-representación y la memoria. Las diferencias observadas entre la creencia religiosa y la no religiosa, así como la influencia de la cultura y las prácticas específicas, resaltan la naturaleza multifacética de la experiencia creyente.

Es importante recordar que estos estudios representan una etapa temprana en la comprensión de un fenómeno profundamente humano. No pretenden validar o invalidar la creencia en sí misma, sino más bien describir los correlatos neurales asociados a ella. La neurociencia continúa investigando cómo el cerebro construye y mantiene nuestras convicciones más profundas, abriendo nuevas vías para entender la mente humana en toda su complejidad.

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Jesús Porta Etessam

Soy licenciado en Medicina y Cirugía y Doctor en Neurociencias por la Universidad Complutense de Madrid. Me formé como especialista en Neurología realizando la residencia en el Hospital 12 de Octubre bajo la dirección de Alberto Portera y Alfonso Vallejo, donde también ejercí como adjunto durante seis años y fui tutor de residentes. Durante mi formación, realicé una rotación electiva en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.Posteriormente, fui Jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y actualmente soy jefe de servicio de Neurología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Tengo el honor de ser presidente de la Sociedad Española de Neurología, además de haber ocupado la vicepresidencia del Consejo Español del Cerebro y de ser Fellow de la European Academy of Neurology.A lo largo de mi trayectoria, he formado parte de la junta directiva de la Sociedad Española de Neurología como vocal de comunicación, relaciones internacionales, director de cultura y vicepresidente de relaciones institucionales. También dirigí la Fundación del Cerebro.Impulsé la creación del grupo de neurooftalmología de la SEN y he formado parte de las juntas de los grupos de cefalea y neurooftalmología. Además, he sido profesor de Neurología en la Universidad Complutense de Madrid durante más de 16 años.

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