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Neurociencia y Conciencia: El Gran Misterio

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La conciencia, esa chispa inmaterial que nos hace sentir vivos, conscientes de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, ha sido durante milenios objeto de reflexión filosófica y religiosa. Sin embargo, en el ámbito científico, particularmente en la psicología y la neurociencia, su estudio fue durante mucho tiempo evitado, considerado demasiado subjetivo o inabordable con las herramientas disponibles. Afortunadamente, esta reticencia ha quedado atrás. Gracias a los avances espectaculares en neuropsicología y técnicas de neuroimagen, y a una nueva lectura de investigaciones previas en áreas como la atención, la memoria de trabajo, la detección de novedades o el esquema corporal, estamos presenciando una comprensión emergente de las bases neuronales de la conciencia.

How does cognitive neuroscience relate to consciousness?
An information becomes conscious, however, if the neural population that represents it is mobilized by top-down attentional amplification into a brain-scale state of coherent activity that involves many neurons distributed throughout the brain.

Esta nueva perspectiva, sólidamente anclada en la investigación empírica, sugiere que el problema de la conciencia, aunque complejo, ya no parece irresoluble. No obstante, aún no disponemos de una síntesis convincente de la vasta literatura reciente, ni sabemos si los elementos de solución que poseemos son suficientes o si faltan ingredientes clave. Este artículo explorará las últimas contribuciones de la neurociencia cognitiva para entender este fascinante fenómeno.

Índice de Contenido

¿Qué Entendemos por Conciencia?

El término 'conciencia' puede tener múltiples significados, incluso dentro de la ciencia cognitiva. La distinción más básica se refiere al estado de estar despierto versus dormido. Decimos que las personas dormidas están 'inconscientes' y las despiertas están 'conscientes'. Sin embargo, esta definición es insuficiente. Incluso al soñar, tenemos una forma de conciencia, somos conscientes de lo que ocurre en el sueño. Además, personas en coma pueden pasar por ciclos normales de sueño y vigilia según los escáneres cerebrales.

Otro significado se relaciona con la conciencia general que tenemos de las cosas. Podemos ser inconscientes de nuestros propios sesgos o de un evento que ocurre a nuestro alrededor si nuestra atención está en otra parte. Esto sugiere que se puede ser consciente de algunos estados mentales pero no de otros dentro de la propia mente.

Una tercera definición se refiere a la capacidad de una entidad (humana, animal o teóricamente una máquina) para experimentar estados conscientes. Cuando preguntamos si una especie es consciente, nos referimos a si puede sentir algún estado consciente en absoluto.

Así, podemos identificar al menos tres definiciones usadas en ciencia cognitiva:

  • Un agente es consciente si puede tener estados mentales de los que es consciente.
  • Un agente que puede experimentar estados conscientes es consciente si no está dormido (estado de vigilia).
  • Un agente puede ser consciente de algunos estados mentales pero no de otros en su propia mente (conciencia de contenido vs. estado global).

Estos diferentes usos del término reflejan la complejidad inherente al estudio de la conciencia.

La Función y Límites de la Conciencia

Si los procesos inconscientes pueden realizar muchas de las mismas tareas que los conscientes (algo que aún no sabemos con certeza), ¿para qué sirve la conciencia? Esta es una pregunta difícil. En los seres humanos, parece permitir ciertos tipos de pensamiento. Dado que podemos ser conscientes de algunas cosas y no de otras, se puede considerar la conciencia como un recurso o una 'mercancía' escasa en el cerebro por la que compiten los procesos inconscientes para acceder a ella.

El pensamiento consciente se contrasta con otros tipos de pensamiento, a menudo llamados 'inconscientes' o 'implícitos'. Existe una gran cantidad de procesos inconscientes en la mente que operan constantemente. Aunque la conciencia se siente como la parte más importante de nuestra mente, el comportamiento determinado conscientemente es relativamente raro. Algunas estimaciones sugieren que hasta el 95% de nuestro comportamiento está determinado por procesos inconscientes. Es importante destacar que el procesamiento consciente se basa en los procesos inconscientes y sus resultados, pero lo contrario no es cierto: los procesos inconscientes pueden funcionar perfectamente sin conciencia.

Incluso las criaturas conscientes (como los humanos), cuando están despiertas, solo son conscientes de algunos de sus estados mentales. La relación entre el lenguaje y la conciencia es compleja. Parece que podemos ser conscientes de una experiencia, como montar en una montaña rusa, sin necesidad de ponerle palabras. Sin embargo, el relato de Helen Keller, quien aprendió el significado de 'Yo' y 'mí' y sintió que empezó a pensar y a tener conciencia en ese momento, sugiere una posible conexión, aunque lo que ella entendía por conciencia pueda ser diferente.

La Neurociencia de la Conciencia: Buscando el Origen

En neurociencia, la definición de conciencia continúa evolucionando a medida que avanza la comprensión científica. Un requisito previo clave para la conciencia es la presencia de experiencia. Sin embargo, aún se desconoce dónde reside la conciencia en el cerebro. Algunos sugieren que no reside en un lugar específico, sino que es el resultado de una gran activación en ciertas partes del cerebro o del enfoque de un 'ejecutivo central' en alguna función cerebral.

La ciencia cognitiva ha dividido la experiencia consciente en dos aspectos principales:

  • Estados Locales: Implican experiencias provenientes de la percepción, como imágenes visuales, sensaciones corporales, experiencias afectivas y pensamientos presentes. Esto se conoce como 'contenido consciente', determinado por las características notables del objeto de la conciencia.
  • Estados Globales: Relacionados con características cognitivas, conductuales y fisiológicas amplias, como el estado de alerta, la vigilia, el estado de mínima conciencia o el soñar.

La fuente neuronal precisa de la conciencia sigue siendo un misterio. Sin embargo, la investigación se acerca a identificar sus bases biológicas. Se ha encontrado una conexión importante en la región del tronco encefálico involucrada en la activación (arousal). La investigación sobre la conciencia de contenido (awareness) se ha correlacionado con la corteza cerebral. Identificar regiones precisas con exactitud sigue siendo un desafío.

Hasta ahora, los neurocientíficos han identificado una región específica del tronco encefálico relacionada con la activación y dos regiones corticales que parecen facilitar los estados conscientes: la ínsula anterior ventral izquierda y el córtex cingulado anterior pregenual.

Un estudio analizó a 36 pacientes con lesiones en el tronco encefálico, 12 de ellos en coma y 24 conscientes. Usando fMRI, mapearon los troncos encefálicos. El área del tronco encefálico significativamente asociada con el estado de coma fue el tegmento pontino dorsolateral rostral. De los 12 pacientes con daños en esta área, 10 estaban en coma. Por el contrario, de los 24 pacientes conscientes, solo 1 tenía daño en esta área. Si bien estos resultados coincidieron con estudios previos sobre la activación, fue la primera vez que los estados conscientes se correlacionaron con el tronco encefálico de esta manera.

Medición y Evaluación de la Conciencia

Evaluar la conciencia, especialmente en pacientes que no responden, es un desafío clínico y de investigación. El enfoque principal en modelos biomédicos es el análisis del comportamiento no reflejo, supuestamente intencional. Esto incluye probar las reacciones de los pacientes al sonido, al tacto y, en algunos casos, a estímulos nociceptivos (dolorosos).

Las evaluaciones no estandarizadas, como simples comandos verbales ('saca la lengua', 'muéstrame cuatro dedos'), pueden tener tasas de error de hasta el 40%. Una medida de evaluación de la conciencia utilizada con frecuencia es la Escala de Recuperación del Coma Revisada (CRS-R). Esta escala mide respuestas auditivas, visuales, motoras, de comunicación y de activación, y ordena los datos jerárquicamente para obtener una puntuación general (0-23). Estas pruebas deben repetirse y las puntuaciones agregarse, ya que la conciencia de los pacientes a menudo fluctúa.

La medida de activación en estas escalas se correlaciona con la estimulación sensorial y la activación de fibras en el Sistema Reticular Activador (SRA), una red de neuronas en el tronco encefálico particularmente involucrada en la regulación del estado de alerta y los ciclos de sueño-vigilia.

Biomarcadores Correlacionados con la Conciencia

Los biomarcadores asociados con los niveles de conciencia son correlatos neurofisiológicos como el metabolismo cerebral, el flujo sanguíneo y la actividad eléctrica. La investigación indica que cuando el metabolismo cerebral cae por debajo de lo normal, los reportes de conciencia también disminuyen.

Un estudio de metabolismo cerebral mediante tomografía por emisión de positrones (PET) reveló una mayor tasa metabólica en aquellos con síndrome de vigilia no responsiva (anteriormente estado vegetativo), que no muestran signos clínicos de conciencia o mínima conciencia a los comandos, a pesar de tener los ojos abiertos. Esto sugiere que la diferencia no es solo la actividad, sino quizás el patrón o la conectividad.

Los registros de electroencefalografía (EEG) pueden analizarse descomponiendo patrones espectrales y cuantificando su complejidad y conectividad. La complejidad del EEG se puede evaluar mediante medidas de entropía, que se refieren al grado de orden o desorden en un sistema. Estudios han identificado correlaciones entre las medidas de entropía y el nivel de conciencia.

Otro método utiliza estimulación magnética transcraneal (TMS) para activar regiones de la corteza parietal y observar la respuesta del EEG. Un índice llamado índice de complejidad perturbacional (PCI), derivado de esta técnica, permite estimar el nivel de conciencia con mejor precisión a través de diversos estados (sueño, anestesia, lesión cerebral).

What is the best book on consciousness?
The Best Books on consciousness are below.Consciousness Explainedby Daniel C.The Origin of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mindby Julian JaynesOther Minds: The Octopus, the Sea, and the Deep Origins of Consciousnessby Peter Godfrey-Smith

Patrones de Actividad Cerebral y Conciencia

Estudios recientes analizan patrones de actividad cerebral en diferentes estados de conciencia. Una investigación analizó la actividad cerebral de 125 personas dormidas o en reposo, incluyendo 47 participantes sanos y otros con síndrome de vigilia no responsiva. Los científicos encontraron dos patrones de actividad distintos.

El primer patrón era complejo y no seguía las vías anatómicas cerebrales normales. El segundo patrón era simple y limitado a la anatomía cerebral estándar. Los participantes que estaban completamente conscientes exhibieron el patrón complejo durante más tiempo, mientras que aquellos con síndrome de vigilia no responsiva mostraron el patrón más simple. Los pacientes con mínima conciencia mostraron ambos patrones de forma intercambiable.

Además, cuando los participantes sanos fueron anestesiados, mostraron el patrón simple de actividad cerebral, lo que indica una mayor relación de este patrón con la falta de conciencia. Estos hallazgos sugieren que la complejidad y la conectividad de la actividad cerebral son características clave de la conciencia.

Otro estudio con EEG despertó a sujetos durante la noche. Aproximadamente el 30% de las veces, los participantes despertados no recordaban haber experimentado nada antes de despertar. Estos participantes tendían a tener actividad de baja frecuencia en la corteza posterior antes de ser despertados. Los que recordaban haber soñado mostraban actividad de mayor frecuencia. Esto llevó a sugerir que monitorizar una 'zona caliente' en la región cortical posterior durante el sueño podría predecir el estado consciente (soñar) de una persona.

El Tálamo y su Papel en la Conciencia

La investigación ha implicado al tálamo como un actor importante en la conciencia. Un experimento reciente empleó ultrasonido para estimular el tálamo en personas con daño cerebral. Una prueba inicial en un hombre en coma post-accidente vehicular mostró resultados alentadores: tras tres días de estimulación, comenzó a comprender el lenguaje, responder a comandos y hacer gestos intencionados. Después de cinco días, intentaba caminar.

Aunque este tratamiento ha sido utilizado en pacientes en coma persistente con resultados esperanzadores, muchos pacientes revirtieron a su estado original semanas después de la estimulación. Si bien la evidencia apoya que la conciencia se ve afectada por cambios en los estados neurológicos del cerebro, aún no se ha encontrado un mecanismo único. A día de hoy, un panorama completo de las bases neurológicas de la conciencia sigue siendo difícil de alcanzar.

Algunos marcos teóricos emergentes, como la hipótesis del Espacio de Trabajo Neuronal Global, intentan integrar hallazgos sobre cómo la información se vuelve globalmente accesible en el cerebro para dar lugar a la experiencia consciente. Sin embargo, estos modelos aún están en desarrollo y debate.

El Desafío Filosófico: El Problema Difícil

Aunque hemos discutido lo que la conciencia parece hacer en los humanos, esto se considera 'el problema fácil' por los filósofos. 'El problema difícil' es saber *si* y *por qué* un proceso mental particular *necesita* conciencia. El filósofo David Chalmers introdujo la idea del 'zombie' (una criatura físicamente idéntica a un humano pero sin experiencia consciente, sin qualia) para ayudar a reflexionar sobre esto.

Qualia y el Argumento del Conocimiento: El Experimento Mental de Mary

El argumento del conocimiento, propuesto por Frank Cameron Jackson en 1986, se usa para argumentar contra el fisicalismo (la idea de que todo en el universo, incluyendo la mente, es físico). El argumento postula que las experiencias conscientes implican propiedades no físicas. Tener todo el conocimiento físico sobre un ser consciente no te permite saber *cómo se siente* tener ciertas experiencias sensoriales (los qualia).

Los qualia se refieren a los fenómenos accesibles introspectivamente de nuestras experiencias mentales. Por ejemplo, el olor de una mofeta o ver un color brillante. Son subjetivos, ya que la experiencia de una persona puede diferir de la de otra. El fisicalismo, en este contexto, sostiene que las ciencias físicas, químicas y biológicas proporcionan toda la información sobre nosotros y el mundo.

El experimento mental de Mary, la científica daltónica, ilustra esto. Mary es una brillante neurofisióloga de la visión forzada a vivir en un entorno en blanco y negro. Ha reunido toda la información física imaginable sobre la visión del color: la anatomía del ojo, las longitudes de onda de la luz, cómo interactúan con conos y bastones, etc. Pero nunca ha visto color. Cuando es liberada y experimenta el color por primera vez, la pregunta es: ¿Aprenderá algo nuevo?

El Debate sobre el Conocimiento Adquirido por Mary

Si Mary sabe todos los hechos físicos sobre el color pero nunca lo ha visto, ¿qué aprende cuando lo ve por primera vez? El conocimiento físico no le dice *cómo es* experimentar el color. Este conocimiento de la experiencia no proviene de una perspectiva de tercera persona; es subjetivo. La capacidad de imaginar algo, como un color, proviene de recuerdos de primera mano de la experiencia.

Si el fisicalismo fuera cierto, todos los hechos serían hechos físicos, lo que implicaría que no existen hechos no físicos. Jackson argumentó que sí existen hechos no físicos (los qualia), lo que haría que el fisicalismo fuera falso. El desafío es distinguir claramente entre hechos físicos y no físicos (fenoménicos).

Críticas al Argumento del Conocimiento

Los fisicalistas responden que Mary no aprende nada *nuevo* en el sentido de nuevos hechos. Lo que experimenta es la misma información (los mismos hechos antiguos) representada de una manera diferente (la 'tesis del hecho antiguo / nueva apariencia').

Otra crítica es el 'Análisis de la Habilidad'. Argumenta que tener una experiencia no es adquirir conocimiento factual, sino adquirir una *habilidad*: la habilidad de recordar, reconocer e imaginar la experiencia. Mary adquiere la habilidad de ver el color, lo que se convierte en parte de su memoria y le permite evocar la experiencia incluso sin el estímulo presente. Sin embargo, contra esto se ha argumentado que algunas personas sin la capacidad de imaginar pueden aun así reconocer un objeto (como un tomate rojo), lo que sugiere que imaginar puede no ser esencial para saber 'cómo es'.

El 'Análisis de la Familiaridad' sugiere que Mary aprende 'cómo son las experiencias de color' pero niega que esto sea conocimiento factual. Adquiere conocimiento por familiaridad, una relación cognitiva directa con el objeto (la experiencia del color), que es diferente de conocer hechos sobre él.

¿Por Qué Frank Jackson Cambió de Opinión?

Sorprendentemente, Frank Jackson, el creador del experimento de Mary, cambió de opinión en 1998 y ya no apoya el Argumento del Conocimiento. Argumentó que experimentar algo (ver rojo, sentir dolor) tiene un impacto que se traduce en una memoria, pero las memorias pueden ser falsas. Creía que la 'rojez' del rojo puede deducirse en principio de suficiente información física, a pesar de la apariencia contraria. En 2003, reforzó su apoyo al fisicalismo, confiando más en el enfoque científico que en la intuición.

Jackson reflexionó sobre las lagunas en el conocimiento de Mary, a pesar de asumir que conocía todos los hechos físicos. Si tenía esa información, ¿por qué existía una laguna? Concluyó que la reacción inicial de que es imposible explicar la sensación de ver color es una restricción intuitiva. La experiencia generada por 'cómo es' puede ser traducida a todas las propiedades de ver rojo; si se conocieran todas las propiedades, sería posible explicarlo.

Adoptó la idea del representacionalismo, que postula que nuestra mente percibe imágenes mentales de objetos del mundo real, no los objetos en sí. Estas representaciones son subjetivas y se construyen a partir de la información sensorial y los recuerdos. Jackson vio cómo elementos del representacionalismo (reconocer, imaginar, recordar experiencias) se alineaban con el Análisis de la Habilidad, lo que lo llevó a confiar en esta última. Así, llegó a creer que cuando Mary sale de la habitación en blanco y negro, no aprende ningún hecho nuevo, solo adquiere una nueva forma de representar información que ya conocía.

Preguntas Frecuentes sobre Neurociencia y Conciencia

¿La conciencia ocurre en una parte específica del cerebro?
Actualmente, la visión predominante es que la conciencia no reside en una única 'sede' cerebral. Parece emerger de la interacción compleja de múltiples regiones, incluyendo el tronco encefálico (para la activación), el tálamo y diversas áreas corticales.
¿Qué diferencia hay entre estar 'consciente' y tener 'conciencia de algo'?
La neurociencia cognitiva distingue entre estados globales de conciencia (como estar despierto, alerta) y la conciencia de contenido (ser consciente de un objeto, una sensación o un pensamiento particular). Se cree que diferentes circuitos o mecanismos neuronales pueden sustentar estos dos aspectos.
¿Los animales tienen conciencia?
Es una pregunta compleja y debatida. Muchos neurocientíficos y psicólogos cognitivos creen que al menos algunos animales (especialmente mamíferos y aves) poseen formas de conciencia, aunque su naturaleza exacta pueda diferir de la humana.
¿Podría una inteligencia artificial volverse consciente?
Esta es una cuestión de especulación y debate filosófico y científico. No hay consenso. Si la conciencia requiere una base biológica específica (como los qualia que surgen de la biología del cerebro), entonces quizás no. Si la conciencia es una propiedad emergente de la complejidad computacional y la conectividad, entonces teóricamente podría ser posible, pero aún estamos lejos de entender cómo lograrlo o incluso cómo reconocerla.
¿Qué es el 'Problema Difícil' de la conciencia?
Se refiere al desafío de explicar *por qué* ciertos procesos físicos en el cerebro dan lugar a la experiencia subjetiva (los qualia). Es relativamente más 'fácil' correlacionar la actividad cerebral con funciones cognitivas o estados de alerta (el 'problema fácil'), pero explicar la naturaleza intrínseca de la sensación es el gran enigma.

Conclusión

La neurociencia cognitiva ha transformado el estudio de la conciencia de un tabú a un campo de investigación vibrante. Hemos pasado de evitar la palabra a utilizar técnicas avanzadas para explorar sus correlatos neuronales. Aunque hemos identificado regiones clave como el tronco encefálico, el tálamo y ciertas áreas corticales, y hemos desarrollado métodos para medir diferentes aspectos de la conciencia, el panorama completo de cómo emerge la experiencia subjetiva del funcionamiento cerebral sigue siendo elusivo. Los patrones complejos de actividad cerebral parecen ser cruciales, y modelos como el Espacio de Trabajo Neuronal Global ofrecen marcos prometedores, pero aún falta una síntesis definitiva. Mientras la ciencia avanza en la comprensión de las bases neuronales, el 'problema difícil' de la experiencia subjetiva, ilustrado por experimentos mentales como el de Mary, continúa desafiando nuestras concepciones fundamentales sobre la mente y la realidad física. La conciencia sigue siendo, quizá, el mayor misterio que la ciencia intenta desvelar.

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Jesús Porta Etessam

Soy licenciado en Medicina y Cirugía y Doctor en Neurociencias por la Universidad Complutense de Madrid. Me formé como especialista en Neurología realizando la residencia en el Hospital 12 de Octubre bajo la dirección de Alberto Portera y Alfonso Vallejo, donde también ejercí como adjunto durante seis años y fui tutor de residentes. Durante mi formación, realicé una rotación electiva en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.Posteriormente, fui Jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y actualmente soy jefe de servicio de Neurología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Tengo el honor de ser presidente de la Sociedad Española de Neurología, además de haber ocupado la vicepresidencia del Consejo Español del Cerebro y de ser Fellow de la European Academy of Neurology.A lo largo de mi trayectoria, he formado parte de la junta directiva de la Sociedad Española de Neurología como vocal de comunicación, relaciones internacionales, director de cultura y vicepresidente de relaciones institucionales. También dirigí la Fundación del Cerebro.Impulsé la creación del grupo de neurooftalmología de la SEN y he formado parte de las juntas de los grupos de cefalea y neurooftalmología. Además, he sido profesor de Neurología en la Universidad Complutense de Madrid durante más de 16 años.

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