What is a voltammetry in neuroscience?

Voltamperometría: Midiendo la Química Cerebral

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Nuestro cerebro, esa maravilla de la biología, funciona como una máquina increíblemente compleja donde la comunicación entre sus miles de millones de neuronas se basa en una intrincada danza de señales tanto eléctricas como químicas. Cada pensamiento, sentimiento o movimiento es el resultado de esta interacción electroquímica. Entender esta comunicación es fundamental para desentrañar los misterios de la función cerebral, tanto en la salud como en la enfermedad. Para ello, los neurocientíficos han desarrollado diversas herramientas. Una de las más fascinantes y poderosas es la voltamperometría in vivo, una técnica que nos permite asomarnos a la química cerebral en tiempo real.

What is a voltammetry in neuroscience?
Voltammetry is a technique used in neuroscience to measure the levels of electroactive molecules, such as catecholamines and indoleamines. It is a specific method that allows for faster observations compared to other techniques, although it is not as sensitive as microdialysis.

La voltamperometría es una disciplina consolidada en el campo de la electroquímica. Su principio fundamental es relativamente simple: se aplica un potencial eléctrico a un electrodo que se encuentra en una solución conductora (en este caso, el fluido extracelular del cerebro). Si en esa solución hay moléculas que pueden ser oxidadas o reducidas a ese potencial aplicado, se generará una corriente eléctrica. Esta corriente, que suele medirse en rangos de picoamperios a nanoamperios en estudios in vivo con microelectrodos, es directamente proporcional a la concentración de las moléculas electroactivas presentes en la superficie del electrodo. Lo interesante es que diferentes moléculas requieren diferentes potenciales para oxidarse o reducirse, lo que permite identificar y cuantificar sustancias específicas.

Índice de Contenido

Principios de la Voltamperometría In Vivo

En el contexto de la neurociencia in vivo, la voltamperometría se utiliza para detectar y medir la concentración de moléculas electroactivas clave en el espacio extracelular del cerebro. Los neurotransmisores catecolaminérgicos, como la dopamina y la norepinefrina, son particularmente fáciles de oxidar, lo que permite utilizar potenciales relativamente bajos en los que la mayoría de las otras moléculas presentes en el fluido extracelular no reaccionan, minimizando las interferencias.

La técnica implica aplicar una señal de potencial variable al microelectrodo y medir la corriente resultante. La forma en que varía el potencial a lo largo del tiempo define los diferentes tipos de voltamperometría:

  • Cronoamperometría: Se aplica un pulso de potencial rápido desde un valor donde no hay oxidación a uno donde sí ocurre. La corriente se mide durante un breve período (típicamente los últimos milisegundos del pulso). Es una técnica simple pero requiere conocer bien la fuente de la corriente observada.
  • Voltamperometría de Pulso Diferencial: Utiliza una serie de pulsos de potencial de pequeña amplitud superpuestos a una rampa de potencial. Permite una mejor resolución y sensibilidad para ciertas especies.
  • Voltamperometría Cíclica Rápida (Fast Cyclic Voltammetry - FCV): Esta es quizás la técnica más utilizada actualmente en neurociencia in vivo. Se aplica una onda de potencial triangular (rampa ascendente seguida de una descendente) a una velocidad muy alta (cientos de voltios por segundo). Las mediciones se completan en milisegundos y pueden repetirse rápidamente (cada 100 ms), permitiendo seguir cambios rápidos en la concentración de moléculas. Una ventaja crucial de la FCV es que el "voltagrama" obtenido (gráfica de corriente vs. potencial) actúa como una 'firma' electroquímica de la molécula que se está oxidando/reduciendo, lo que ayuda a verificar su identidad comparándola con estándares.

Los pioneros en aplicar esta técnica para estudiar la química de los neurotransmisores catecolaminérgicos in vivo fueron R.N. Adams y sus colaboradores en la década de 1970, utilizando electrodos de pasta de carbono. Inicialmente, la principal dificultad era la especificidad: asegurar que la corriente medida proviniera solo de las moléculas de interés. Desde entonces, ha habido avances significativos:

  • Reducción del tamaño del electrodo: Se utilizan microelectrodos de fibra de carbono con diámetros de pocos micrómetros.
  • Recubrimientos poliméricos: Se aplican películas delgadas de polímeros en la superficie del electrodo para mejorar la selectividad. Por ejemplo, el Nafion, un polímero con cargas negativas, repele aniones (como el ascorbato y algunos metabolitos) mientras permite el paso de cationes (como la dopamina y la norepinefrina), haciendo que el electrodo sea más selectivo para estos neurotransmisores.
  • Pretratamiento electroquímico: Modificar el estado de la superficie del electrodo mediante la aplicación de potenciales específicos puede alterar su selectividad.

Estas mejoras han sido vitales para la fiabilidad de las mediciones voltamperométricas in vivo.

Aplicaciones en Neurociencia: La Liberación Estimulada

Una aplicación clásica y muy valiosa de la voltamperometría in vivo es el estudio de la liberación de neurotransmisores inducida por estimulación eléctrica. Al aplicar un breve pulso o tren de pulsos eléctricos a un área cerebral, se puede provocar la liberación de neurotransmisores desde las terminales nerviosas. La voltamperometría permite monitorizar el aumento transitorio de la concentración extracelular de estos neurotransmisores (como la dopamina en el núcleo accumbens o el estriado) en respuesta a la estimulación.

Esta capacidad es extremadamente útil para investigar:

  • La cinética de la liberación y la recaptación de neurotransmisores.
  • Los efectos de fármacos sobre la liberación y la recaptación (por ejemplo, cómo la cocaína, que bloquea la recaptación de dopamina, aumenta y prolonga su presencia extracelular después de la estimulación).
  • El impacto de diferentes patrones de estimulación (frecuencia, intensidad) en la dinámica de la liberación.
  • La caracterización de las poblaciones de terminales nerviosas.

La voltamperometría nos muestra cómo la concentración de neurotransmisores puede aumentar rápidamente de niveles basales nanomolares a micromolares tras la estimulación, y cómo es eliminada rápidamente del espacio extracelular por los mecanismos de recaptación una vez que cesa la estimulación. Esto proporciona información invaluable sobre la función sináptica y los mecanismos de regulación de los neurotransmisores.

Voltamperometría vs. Microdiálisis: Un Dúo Complementario

La voltamperometría in vivo y la microdiálisis son dos de las técnicas más importantes para monitorizar la química cerebral en animales vivos. Aunque ambas miden concentraciones de moléculas en el fluido extracelular, tienen diferencias fundamentales que las hacen complementarias.

Podemos compararlas en varios aspectos:

CaracterísticaVoltamperometría In VivoMicrodiálisis
PrincipioMedición directa de corriente por oxidación/reducción en la superficie del electrodo.Recogida de muestras de fluido extracelular a través de una membrana semipermeable para análisis posterior.
Moléculas detectablesMoléculas electroactivas (catecolaminas, indolaminas, ácido ascórbico, ácido úrico).Amplia gama de moléculas según el corte de peso molecular de la membrana y la técnica de análisis posterior (neurotransmisores, metabolitos, fármacos, péptidos, etc.).
Resolución TemporalMuy alta (segundos a milisegundos). Ideal para eventos rápidos (liberación estimulada).Baja (minutos, típicamente 5-20 min por muestra). Ideal para cambios lentos (niveles basales, efectos farmacológicos prolongados, comportamiento).
Resolución EspacialMuy alta (decenas de micrómetros alrededor del microelectrodo). Volumen de muestreo localizado.Baja (cientos de micrómetros a milímetros alrededor de la sonda). Muestra un volumen más grande, promediando la respuesta de una población de células/terminales.
SensibilidadMenor. Generalmente no suficiente para detectar niveles basales de neurotransmisores (requiere niveles más altos, como los de la liberación estimulada). Límites de detección ~100 nM o mejor con FCV avanzada (~35 nM), aún por encima de niveles basales (p. ej., dopamina basal <10 nM).Mayor. Permite detectar niveles basales de neurotransmisores (1-10 nM rutinariamente con HPLC-EC posterior).
GeneralidadEspecífica para moléculas electroactivas.General, adaptable a muchas sustancias.
AnálisisDirecto en el cerebro.Análisis offline de la muestra recogida (típicamente HPLC, GC/MS, etc.).
Aplicaciones TípicasCinética de liberación/recaptación, efectos de estímulos breves, caracterización de terminales.Monitorización de niveles basales, efectos de fármacos a largo plazo, estudios farmacocinéticos, monitorización durante el comportamiento, incluso administración local de sustancias.

En esencia, la voltamperometría es la herramienta de elección cuando necesitamos una visión rápida y localizada de la dinámica de los neurotransmisores electroactivos, especialmente durante eventos transitorios como la liberación sináptica. La microdiálisis, por otro lado, es superior para medir concentraciones basales, seguir cambios lentos asociados con el comportamiento o tratamientos farmacológicos crónicos, y para monitorizar una gama más amplia de sustancias, incluyendo fármacos y metabolitos.

El Cerebro es una Máquina Electroquímica

La base de la voltamperometría en neurociencia reside en la naturaleza fundamentalmente electroquímica del cerebro. Como mencionamos al principio, la comunicación neuronal se logra mediante una combinación de señales eléctricas y químicas. Las neuronas son, en sí mismas, pequeñas unidades electroquímicas.

Dentro de una neurona, la información viaja como una señal eléctrica (el potencial de acción) a lo largo del axón. Al llegar a la sinapsis, esta señal eléctrica desencadena la liberación de mensajeros químicos, los neurotransmisores, al espacio extracelular. Estos neurotransmisores difunden a la neurona postsináptica, donde se unen a receptores y generan una nueva señal eléctrica, que se integra en el cuerpo celular. Este proceso cíclico de conversión de señales eléctricas a químicas y viceversa es la base de toda la función cerebral.

Is the brain electrochemical?
The brain is an electrochemical machine.

Además, las corrientes eléctricas que fluyen dentro y entre las neuronas generan campos eléctricos y magnéticos que pueden ser detectados desde fuera del cráneo mediante técnicas como la electroencefalografía (EEG) y la magnetoencefalografía (MEG). Estas técnicas globales nos dan una visión general de la actividad eléctrica de grandes poblaciones neuronales, pero no nos dicen directamente qué sustancias químicas se están liberando o en qué concentración.

La voltamperometría, al medir directamente las moléculas químicas liberadas en el espacio extracelular, proporciona una pieza crucial del puzzle electroquímico del cerebro que las técnicas puramente eléctricas como el EEG no pueden ofrecer por sí solas. Permite estudiar la "parte química" de la transmisión electroquímica a nivel local.

Preguntas Frecuentes sobre Voltamperometría en Neurociencia

Aquí respondemos algunas dudas comunes sobre esta técnica:

¿Qué tipos de moléculas se pueden medir con voltamperometría?

Principalmente moléculas que pueden oxidarse o reducirse fácilmente a potenciales biológicamente relevantes. Esto incluye neurotransmisores como la dopamina, la norepinefrina y la serotonina, así como metabolitos y otras sustancias endógenas como el ácido ascórbico y el ácido úrico.

¿Es la voltamperometría lo suficientemente sensible para medir neurotransmisores?

Es sensible para detectar los aumentos de concentración que ocurren durante la liberación estimulada (niveles micromolares). Sin embargo, generalmente no es lo suficientemente sensible para detectar los bajos niveles basales de neurotransmisores (niveles nanomolares), a diferencia de la microdiálisis acoplada a HPLC de alta sensibilidad.

¿Cómo se asegura la especificidad de la medición?

Mediante el diseño de la técnica (por ejemplo, la voltamperometría cíclica rápida que da una 'firma' electroquímica), el uso de recubrimientos selectivos en el electrodo (como Nafion) y el pretratamiento electroquímico del electrodo. Acoplar la medición a un estímulo conocido (como la estimulación eléctrica) también ayuda a la interpretación.

¿Se puede usar la voltamperometría en humanos?

Principalmente se utiliza en estudios con animales de laboratorio (roedores, primates) debido a la naturaleza invasiva de la inserción de microelectrodos en el tejido cerebral. En humanos, su uso se limita a situaciones muy específicas, a menudo en el contexto de neurocirugía donde se requiere monitorización localizada.

¿Cuál es la principal ventaja de la voltamperometría frente a otras técnicas?

Su excepcional resolución temporal. Permite seguir eventos neuroquímicos que ocurren en escalas de segundos o incluso milisegundos, lo cual es crucial para estudiar la dinámica rápida de la liberación y recaptación de neurotransmisores en la sinapsis.

En conclusión, la voltamperometría in vivo es una técnica electroquímica fundamental en neurociencia que nos permite medir de forma directa y con alta resolución temporal y espacial la concentración de moléculas electroactivas clave, como los neurotransmisores, en el cerebro vivo. Aunque tiene limitaciones en cuanto a sensibilidad y generalidad comparada con otras técnicas como la microdiálisis, su capacidad para capturar la dinámica rápida de la liberación y recaptación la convierte en una herramienta indispensable para comprender cómo funciona nuestra intrincada máquina electroquímica, el cerebro.

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Jesús Porta Etessam

Soy licenciado en Medicina y Cirugía y Doctor en Neurociencias por la Universidad Complutense de Madrid. Me formé como especialista en Neurología realizando la residencia en el Hospital 12 de Octubre bajo la dirección de Alberto Portera y Alfonso Vallejo, donde también ejercí como adjunto durante seis años y fui tutor de residentes. Durante mi formación, realicé una rotación electiva en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.Posteriormente, fui Jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y actualmente soy jefe de servicio de Neurología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Tengo el honor de ser presidente de la Sociedad Española de Neurología, además de haber ocupado la vicepresidencia del Consejo Español del Cerebro y de ser Fellow de la European Academy of Neurology.A lo largo de mi trayectoria, he formado parte de la junta directiva de la Sociedad Española de Neurología como vocal de comunicación, relaciones internacionales, director de cultura y vicepresidente de relaciones institucionales. También dirigí la Fundación del Cerebro.Impulsé la creación del grupo de neurooftalmología de la SEN y he formado parte de las juntas de los grupos de cefalea y neurooftalmología. Además, he sido profesor de Neurología en la Universidad Complutense de Madrid durante más de 16 años.

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