What replaced the triune brain theory?

El Cerebro Triuno: Un Modelo Evolutivo

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La teoría del Cerebro Triuno, propuesta por el neurocientífico Paul MacLean en la década de 1960, ha sido una de las ideas más influyentes y persistentes en la divulgación popular sobre la evolución del cerebro. MacLean planteó la hipótesis de que el cerebro de los mamíferos, incluido el humano, se había desarrollado en tres etapas evolutivas sucesivas, añadiendo capas funcionales sobre estructuras más antiguas. Este modelo, aunque intuitivamente atractivo y ampliamente difundido, ha sido objeto de importantes críticas y revisiones a la luz de décadas de investigación en neuroanatomía comparada.

MacLean, influenciado por el trabajo de James Papez sobre el circuito del lóbulo límbico, acuñó el término "sistema límbico" en 1952. Este término se refería a un conjunto de estructuras cerebrales asociadas con las emociones y la motivación, y ha sido ampliamente aceptado. Sin embargo, su conceptualización posterior del cerebro como una superposición de "tres cerebros" distintos y jerárquicos es donde surgieron las principales controversias científicas.

What is the 3 brain theory?
According to MacLean (1990), human brains can be divided into three parts, which constitutes the “Triune Brain”: a) the “reptilian brain” (related to the brainstem and cerebellum); b) the “paleomammalian brain” (related to the limbic system); and c) the “neomammalian brain” (related to the neocortex).
Índice de Contenido

Los Tres Niveles del Cerebro Triuno

Según el modelo de MacLean, el cerebro de los mamíferos está compuesto por tres formaciones principales que reflejan su historia evolutiva:

  • Complejo R (Cerebro Reptiliano): Considerado el cerebro más antiguo, heredado de nuestros ancestros reptiles. Incluye los ganglios basales y partes del tronco encefálico. Se asocia con comportamientos instintivos básicos para la supervivencia, como la territorialidad, la jerarquía social, los rituales, la agresión, la búsqueda de alimento y la reproducción. Se ve como la sede de los impulsos más primitivos y automáticos.
  • Cerebro Paleomamífero (Sistema Límbico): Una capa evolutiva supuestamente añadida con la aparición de los primeros mamíferos. Incluye estructuras como el hipocampo, la amígdala, el hipotálamo y el giro cingulado. Este nivel se relaciona con las emociones, la motivación, el aprendizaje, la memoria y comportamientos sociales más complejos, como el cuidado parental y la comunicación vocal.
  • Cerebro Neomamífero (Neocorteza): La capa más reciente y evolucionada, característica de los mamíferos superiores, especialmente desarrollada en primates y humanos. Comprende la corteza cerebral y sus estructuras talámicas relacionadas. Se asocia con las funciones cognitivas superiores: el lenguaje, el pensamiento abstracto, la planificación, la toma de decisiones, la conciencia, la percepción sensorial compleja y la cognición de alto nivel.

La idea central del modelo era que estos tres "cerebros" funcionaban de manera semi-independiente, aunque interactuando, y que los conflictos entre ellos podían explicar ciertos aspectos del comportamiento humano y la psicopatología.

Orígenes y Contexto Histórico

El interés de MacLean en la neuroanatomía comparada y el comportamiento surgió de su formación médica y su exposición a la psiquiatría. Trabajó con Stanley Cobb y se interesó profundamente en las ideas de James Papez sobre el circuito neuronal implicado en las emociones. Tras unirse a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en 1957, donde estableció una sección dedicada a la integración límbica y el comportamiento, MacLean pudo ampliar sus estudios para incluir el comportamiento de los reptiles y explorar el papel de los ganglios basales.

Durante este período, se estaban produciendo avances significativos en la neuroanatomía comparada. Investigadores como Sven Ebbesson en tiburones y Harvey Karten en aves y reptiles estaban revelando que el telencéfalo (la parte frontal del cerebro) de estos animales no era simplemente un "cerebro olfativo" dominado por el olfato, como se pensaba, sino que poseía vías sensoriales ascendentes complejas y regiones palliales (equivalentes a la corteza en mamíferos) involucradas en procesamiento sensorial y funciones cognitivas.

Estos hallazgos en reptiles y aves, publicados a finales de los años 70 y principios de los 80, comenzaron a desafiar la visión simplista de una evolución cerebral lineal que culminaba en la neocorteza mamífera. Las investigaciones mostraron que estructuras equivalentes al sistema límbico y los ganglios basales están presentes en reptiles y aves, y que las regiones palliales en aves (como el DVR y el Wulst) son particularmente elaboradas y soportan habilidades cognitivas muy avanzadas, rivalizando en algunos aspectos con la neocorteza mamífera.

Críticas y Evidencia Contraria

La principal crítica científica al modelo del Cerebro Triuno reside en su representación simplificada y lineal de la evolución. La idea de que el cerebro mamífero simplemente "añadió" capas sobre un cerebro reptiliano es incorrecta desde la perspectiva de la neuroanatomía comparada y la biología evolutiva:

  • Presencia de estructuras comunes: Los estudios comparativos demuestran que los ganglios basales, el sistema límbico y las regiones palliales (equivalentes a la corteza) están presentes en reptiles, aves y mamíferos, así como, en cierta medida, en peces y anfibios. No son adquisiciones secuenciales únicas de cada "etapa" evolutiva propuesta por MacLean.
  • Evolución no lineal: La evolución cerebral no sigue una escalera lineal (scala naturae) con los reptiles por debajo de los mamíferos. Las diferentes líneas evolutivas (mamíferos, saurópsidos que incluyen reptiles y aves) han desarrollado y modificado estructuras cerebrales preexistentes de maneras diversas.
  • Cognición en aves: MacLean subestimó enormemente las capacidades cognitivas de las aves, que ahora se sabe que son capaces de resolver problemas complejos, usar herramientas, mostrar auto-reconocimiento, comprender conceptos numéricos, usar inferencia transitiva y exhibir comportamientos sociales sofisticados. Estas habilidades están mediadas por estructuras palliales que evolucionaron independientemente de la neocorteza mamífera, demostrando que la cognición de alto nivel no es exclusiva del "cerebro neomamífero".
  • Interdependencia funcional: El modelo implica una cierta segregación funcional entre las capas (instinto, emoción, razón). Sin embargo, la neurociencia moderna subraya la profunda interconexión e interdependencia entre las regiones cerebrales tradicionalmente asociadas a la emoción y la cognición. El sistema límbico y la neocorteza trabajan en estrecha colaboración en la mayoría de los procesos mentales y conductuales complejos.

MacLean, en su propia obra, reconoció algunos de los hallazgos en saurópsidos, pero optó por centrarse en la línea mamífera para su modelo triuno, una decisión que la evidencia posterior ha demostrado que limita su validez general.

What is the 3 brain theory?
According to MacLean (1990), human brains can be divided into three parts, which constitutes the “Triune Brain”: a) the “reptilian brain” (related to the brainstem and cerebellum); b) the “paleomammalian brain” (related to the limbic system); and c) the “neomammalian brain” (related to the neocortex).
Componente del Cerebro Triuno (MacLean)Estructuras PrincipalesFunciones Atribuidas (Según MacLean)
Complejo R (Reptiliano)Ganglios Basales, Tronco EncefálicoInstintos básicos, territorialidad, jerarquía, rituales, agresión
Cerebro PaleomamíferoSistema Límbico (Hipocampo, Amígdala, Hipotálamo, etc.)Emociones, motivación, memoria, aprendizaje, cuidado parental
Cerebro NeomamíferoNeocorteza, TálamoPensamiento abstracto, lenguaje, planificación, cognición superior

¿Qué Reemplaza al Cerebro Triuno?

Aunque no existe un único modelo que haya "reemplazado" formalmente al cerebro triuno con la misma simplicidad conceptual, la neurociencia contemporánea se basa en una comprensión mucho más matizada y compleja de la evolución y función cerebral. En lugar de capas superpuestas, la investigación actual enfatiza:

  • Terminología Objetiva: Se prefiere usar nombres de estructuras cerebrales objetivos (ganglios basales, sistema límbico, pallium/corteza) y estudiar cómo estas estructuras homólogas varían en tamaño, organización y conexiones a lo largo de diferentes linajes vertebrados. Este enfoque reconoce que estas estructuras básicas están presentes en la mayoría de los vertebrados, no solo en una etapa evolutiva específica.
  • Evolución en Mosaico: La evolución cerebral ocurre de manera más parecida a un mosaico, donde diferentes regiones o sistemas cerebrales pueden expandirse, modificarse o reorganizarse de manera independiente en diferentes linajes, en respuesta a presiones selectivas específicas.
  • El Cerebro Adaptativo: Algunos autores proponen la idea de un "cerebro adaptativo", que subraya cómo el cerebro en su conjunto es una estructura dinámica que se adapta a su entorno y experiencias a través de la plasticidad. Este enfoque funcional y de redes cerebrales contrasta con la visión de módulos o capas rígidas.
  • Énfasis en las Redes Neuronales: La comprensión moderna se centra en cómo las diferentes regiones cerebrales interactúan dentro de redes complejas para generar comportamiento y cognición, en lugar de asignar funciones específicas a capas discretas.

La investigación actual, apoyada por avances en genética, neuroimagen y neuroanatomía comparada detallada, ofrece una imagen de la evolución cerebral mucho más rica que la propuesta por MacLean. Reconoce que la complejidad cognitiva no reside únicamente en la neocorteza mamífera, sino que puede surgir de diferentes arquitecturas cerebrales, como se ve en las sorprendentes capacidades de las aves.

Implicaciones y el Legado del Modelo

A pesar de sus limitaciones científicas, el modelo del Cerebro Triuno tuvo un impacto considerable, especialmente en la divulgación y algunas áreas aplicadas como la psicología popular, la educación y la gestión. Su atractivo residía en su simplicidad y en proporcionar una metáfora aparentemente clara para entender la complejidad del comportamiento humano, atribuyendo conflictos o impulsos a la interacción de estas supuestas capas evolutivas.

Sin embargo, su persistencia en ciertos ámbitos a pesar de la evidencia científica en contra puede llevar a malentendidos sobre la evolución y el funcionamiento cerebral. Por ejemplo, la idea de que los ganglios basales representan un "cerebro reptiliano" primitivo ignora su papel sofisticado y sus conexiones con otras regiones en el procesamiento de la acción, el aprendizaje de hábitos y la recompensa en mamíferos. De manera similar, reducir el sistema límbico a un mero centro emocional simplifica en exceso su compleja interacción con la cognición y la memoria.

El legado de MacLean es complejo. Acertó al enfatizar la importancia del sistema límbico y al intentar abordar la evolución cerebral desde una perspectiva comparada. Sin embargo, su modelo triuno no resiste el escrutinio de la evidencia acumulada en las últimas décadas, que revela una historia evolutiva del cerebro más interconectada, diversa y menos jerárquica de lo que él propuso.

Preguntas Frecuentes sobre el Cerebro Triuno

¿Es el modelo del Cerebro Triuno científicamente válido hoy en día?
No, la comunidad científica, particularmente en neuroanatomía comparada y biología evolutiva, considera que el modelo del Cerebro Triuno está superado. Las investigaciones muestran que las estructuras que MacLean atribuyó a etapas evolutivas distintas (reptiliana, paleomamífera, neomamífera) están presentes en la mayoría de los vertebrados, aunque con variaciones, y la evolución cerebral es mucho más compleja y no lineal.
¿Qué partes del cerebro corresponden a cada uno de los tres cerebros?
Según MacLean, el Complejo R (Cerebro Reptiliano) corresponde principalmente a los ganglios basales y parte del tronco encefálico. El Cerebro Paleomamífero corresponde al Sistema Límbico (amígdala, hipocampo, hipotálamo, etc.). El Cerebro Neomamífero corresponde a la Neocorteza.
¿Por qué fue tan popular este modelo?
Su popularidad se debió a su simplicidad conceptual. Proporcionaba una forma aparentemente sencilla de entender la complejidad del cerebro y del comportamiento humano, dividiéndolo en componentes con funciones claras asociadas a etapas evolutivas. Era una metáfora poderosa, aunque imprecisa.
Si el modelo del Cerebro Triuno es incorrecto, ¿cómo entendemos ahora la evolución cerebral?
La comprensión actual se basa en la neuroanatomía comparada detallada, la genética y el estudio de las redes neuronales. Se reconoce que estructuras básicas como los ganglios basales, el sistema límbico y las regiones palliales están presentes en la mayoría de los vertebrados. La evolución implica la modificación, expansión y reorganización de estas estructuras en diferentes linajes (mamíferos, aves, reptiles, etc.), llevando a diversas arquitecturas cerebrales capaces de soportar funciones cognitivas complejas.
¿Significa esto que no tenemos instintos o emociones?
No, por supuesto que no. Los humanos tenemos instintos, emociones y capacidades cognitivas avanzadas. La crítica al modelo triuno no niega la existencia de estas funciones, sino la idea de que residen en "cerebros" separados y evolutivamente superpuestos. La neurociencia moderna ve estas funciones como el resultado de la interacción compleja de diversas regiones cerebrales interconectadas.

En conclusión, si bien el cerebro triuno de MacLean fue una hipótesis influyente que estimuló la reflexión sobre la evolución cerebral, la evidencia científica actual, particularmente de la neuroanatomía comparada, muestra que es un modelo demasiado simplificado y, en muchos aspectos, incorrecto. La historia de la evolución cerebral es más compleja, involucrando la diversificación de estructuras ancestrales en diferentes linajes de vertebrados, llevando a la aparición de diversas y sofisticadas capacidades cognitivas en aves, reptiles y mamíferos por igual, aunque a través de caminos evolutivos distintos.

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Jesús Porta Etessam

Soy licenciado en Medicina y Cirugía y Doctor en Neurociencias por la Universidad Complutense de Madrid. Me formé como especialista en Neurología realizando la residencia en el Hospital 12 de Octubre bajo la dirección de Alberto Portera y Alfonso Vallejo, donde también ejercí como adjunto durante seis años y fui tutor de residentes. Durante mi formación, realicé una rotación electiva en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.Posteriormente, fui Jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y actualmente soy jefe de servicio de Neurología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Tengo el honor de ser presidente de la Sociedad Española de Neurología, además de haber ocupado la vicepresidencia del Consejo Español del Cerebro y de ser Fellow de la European Academy of Neurology.A lo largo de mi trayectoria, he formado parte de la junta directiva de la Sociedad Española de Neurología como vocal de comunicación, relaciones internacionales, director de cultura y vicepresidente de relaciones institucionales. También dirigí la Fundación del Cerebro.Impulsé la creación del grupo de neurooftalmología de la SEN y he formado parte de las juntas de los grupos de cefalea y neurooftalmología. Además, he sido profesor de Neurología en la Universidad Complutense de Madrid durante más de 16 años.

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