La epilepsia es una compleja red de trastornos neurológicos que impactan el cerebro y el sistema nervioso. Se caracteriza por la ocurrencia repetida de crisis epilépticas, episodios provocados por descargas eléctricas anormales y descontroladas de las células cerebrales. Estas 'tormentas eléctricas' pueden alterar momentáneamente la atención, el comportamiento, los movimientos e incluso la conciencia de una persona.

La severidad y manifestación de la epilepsia varían enormemente, desde breves lapsos de mirada perdida que duran segundos hasta la pérdida de conciencia y convulsiones prolongadas de varios minutos. El diagnóstico de epilepsia se establece generalmente después de que una persona ha experimentado al menos dos crisis sin una causa identificable, o después de una sola crisis si existen factores que sugieren una alta probabilidad de recurrencia.
- ¿Qué es Exactamente la Epilepsia?
- Las Raíces Neurológicas: ¿Qué Causa la Epilepsia?
- Diversidad de Manifestaciones: Tipos de Crisis Epilépticas
- El Camino al Diagnóstico
- Opciones de Tratamiento: Hacia el Control de las Crisis
- Riesgos Asociados y Qué Hacer Durante una Crisis
- Preguntas Frecuentes
- Conclusión
¿Qué es Exactamente la Epilepsia?
Más allá de una simple convulsión, la epilepsia es una condición crónica del cerebro. Imagina el cerebro como una vasta red de miles de millones de células nerviosas, o neuronas, que se comunican mediante impulsos electroquímicos. Estos impulsos orquestan todos nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. En la epilepsia, este patrón normal de actividad neuronal se ve alterado, llevando a descargas anormales y excesivas que se manifiestan como crisis epilépticas.
Es crucial desmentir algunos mitos comunes. La epilepsia no es contagiosa ni está causada por una enfermedad mental. Si bien algunas personas con discapacidad intelectual pueden tener epilepsia, la mayoría de las personas con esta condición tienen una inteligencia normal o superior. Tampoco se debe introducir nada en la boca de una persona durante una crisis, ya que no pueden tragarse la lengua y esto podría causar lesiones graves.
Las Raíces Neurológicas: ¿Qué Causa la Epilepsia?
La epilepsia puede tener múltiples orígenes, todos relacionados con la alteración de la actividad neuronal. Cualquier factor que perturbe el funcionamiento normal de las neuronas, desde un daño cerebral hasta un desarrollo anormal, puede ser una causa.
Entre las causas neurológicas se incluyen:
- Anormalidades en el Cableado Cerebral: Conexiones nerviosas anómalas, a veces resultantes de intentos del cerebro por repararse tras una lesión.
- Desequilibrio de Neurotransmisores: Los neurotransmisores son las sustancias químicas que transmiten señales entre las neuronas. Un desequilibrio, como niveles altos de neurotransmisores excitadores (ej. glutamato) o bajos de inhibidores (ej. GABA), puede llevar a una actividad neuronal excesiva. La investigación sobre GABA ha sido fundamental para desarrollar algunos medicamentos.
- Daño Cerebral: Lesiones en la cabeza, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, infecciones (meningitis, encefalitis) o falta de oxígeno pueden dañar el tejido cerebral y provocar epilepsia.
- Factores Genéticos: Se estima que más de 500 genes podrían influir en la epilepsia. Algunas formas están ligadas a genes específicos, como los que controlan los canales iónicos (las 'puertas' que regulan el flujo de iones en las neuronas). Otros genes pueden aumentar la susceptibilidad o afectar la respuesta a los medicamentos.
- Problemas del Desarrollo: Anormalidades en el desarrollo cerebral prenatal, como la migración neuronal defectuosa que lleva a displasia cortical, pueden causar epilepsia.
- Trastornos Metabólicos y del Desarrollo: Condiciones como parálisis cerebral, neurofibromatosis o esclerosis tuberosa a menudo coexisten con la epilepsia.
- Intoxicaciones: Exposición a plomo, monóxido de carbono, ciertas drogas o sobredosis de medicamentos.
Es importante notar que en casi la mitad de los casos, la causa específica de la epilepsia no puede ser identificada.
Diversidad de Manifestaciones: Tipos de Crisis Epilépticas
Existen más de 30 tipos de crisis epilépticas, clasificadas principalmente en dos categorías según dónde se origina la actividad anormal en el cerebro:
| Tipo de Crisis | Origen | Descripción y Síntomas Comunes |
|---|---|---|
| Focales (o Parciales) Simples | Una parte específica del cerebro | La persona permanece consciente. Puede experimentar sensaciones, emociones o percepciones inusuales (olores, sabores, sonidos, visión de luces), mareos, hormigueo, movimientos espasmódicos involuntarios en una parte del cuerpo. |
| Focales (o Parciales) Complejas | Una parte específica del cerebro | Hay alteración o pérdida de la conciencia. La persona puede parecer ausente, mirar fijamente o realizar comportamientos repetitivos e involuntarios (automatismos) como frotarse las manos, mascar, tragar o caminar en círculos. |
| Generalizadas de Ausencia | Ambos lados del cerebro | Mirada fija en el espacio, breves lapsos de conciencia. Puede haber parpadeo o chasquido de labios. Conocidas antes como 'pequeño mal'. |
| Generalizadas Tónicas | Ambos lados del cerebro | Rigidez repentina de los músculos, a menudo en la espalda, brazos y piernas. |
| Generalizadas Clónicas | Ambos lados del cerebro | Movimientos espasmódicos repetitivos y rítmicos, típicamente afectando el cuello, la cara y los brazos. |
| Generalizadas Mioclónicas | Ambos lados del cerebro | Movimientos o sacudidas breves y repentinas, a menudo en la parte superior del cuerpo, brazos o piernas. |
| Generalizadas Atónicas | Ambos lados del cerebro | Pérdida súbita del tono muscular. Puede causar caídas ('crisis de caída') o que la cabeza caiga involuntariamente. |
| Generalizadas Tónico-Clónicas | Ambos lados del cerebro | Combinación de rigidez (fase tónica) y movimientos espasmódicos rítmicos (fase clónica). Incluye pérdida de conciencia, rigidez del cuerpo, sacudidas de brazos y piernas, a veces pérdida de control de esfínteres o mordedura de lengua. Conocidas antes como 'gran mal'. |
Algunas crisis pueden comenzar como focales y luego generalizarse. Es vital identificar el tipo de crisis para un tratamiento adecuado.
El Camino al Diagnóstico
Diagnosticar la epilepsia requiere una evaluación exhaustiva, especialmente porque otras condiciones pueden imitar las crisis. El proceso incluye:
- Historial Médico Detallado: Recopilar información sobre los síntomas, la frecuencia, la duración y las circunstancias de las crisis. La descripción de testigos es fundamental.
- Examen Neurológico: Evaluación de habilidades motoras, función mental y otras áreas neurológicas.
- Electroencefalograma (EEG): Registra la actividad eléctrica del cerebro. Es la prueba más común y puede detectar patrones anormales incluso sin crisis activa. El video-EEG simultáneo es muy útil para correlacionar la actividad cerebral con los síntomas.
- Estudios de Imágenes Cerebrales: Pruebas como la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC) visualizan la estructura cerebral para identificar tumores, quistes o daños. La tomografía por emisión de positrones (PET) y la RM funcional evalúan la actividad cerebral.
- Análisis de Sangre: Pueden identificar trastornos metabólicos, genéticos o infecciones subyacentes que causen o desencadenen las crisis.
- Pruebas Neuropsicológicas y del Desarrollo: Evalúan cómo la epilepsia afecta las habilidades cognitivas y el comportamiento.
Un diagnóstico preciso es el primer paso crucial para un tratamiento efectivo.

Opciones de Tratamiento: Hacia el Control de las Crisis
El objetivo principal del tratamiento es controlar o eliminar las crisis para mejorar la calidad de vida. En la actualidad, los tratamientos logran controlar las crisis en aproximadamente el 80% de las personas.
Medicamentos Antiepilépticos
Son el pilar del tratamiento. Existen más de 20 medicamentos diferentes, cada uno con distintos mecanismos de acción, beneficios y efectos secundarios. La elección del fármaco y la dosis depende del tipo de crisis, la edad, el estilo de vida y otras condiciones médicas del paciente. Es fundamental seguir las indicaciones médicas y reportar cualquier efecto adverso. En la mayoría de los casos, las crisis se controlan con un solo medicamento (monoterapia), aunque a veces se necesitan combinaciones.
Los efectos secundarios comunes son menores (cansancio, mareo), pero pueden ocurrir efectos graves (reacciones alérgicas, cambios de humor). Los medicamentos también pueden interactuar con otros fármacos o incluso con alimentos (como el jugo de toronja). La suspensión de la medicación solo debe hacerse bajo estricta supervisión médica, ya que interrumpirla abruptamente es una causa principal de recurrencia de crisis, que pueden ser muy graves.
Cirugía
Se considera para pacientes cuyas crisis no se controlan adecuadamente con medicamentos. Requiere una evaluación exhaustiva por un equipo especializado. Los tipos de cirugía incluyen:
- Resección del Foco Epiléptico: Extirpar la pequeña área del cerebro donde se originan las crisis (lobectomía, lesionectomía). Es más efectiva si el foco es pequeño y bien definido.
- Transección Subpial Múltiple: Se hacen cortes en el tejido cerebral para evitar la propagación de las crisis cuando el foco no puede ser extirpado.
- Callosotomía: Cortar las conexiones entre los hemisferios cerebrales para reducir las crisis generalizadas graves, especialmente las crisis de caída.
- Hemisferectomía/Hemisferotomía: Extirpar o desconectar una mitad de la corteza cerebral. Es un procedimiento radical usado en niños con daño severo en un hemisferio, a menudo logrando una remisión completa.
La cirugía no está exenta de riesgos y requiere rehabilitación posterior.
Dispositivos
El Estimulador del Nervio Vago (ENV) es un dispositivo implantable que envía impulsos eléctricos al cerebro a través del nervio vago, reduciendo la frecuencia de las crisis en un porcentaje significativo de pacientes. Generalmente se usa como complemento a la medicación.
Dieta Cetogénica
Una dieta muy estricta, alta en grasas y baja en carbohidratos, que induce un estado de cetosis. Ha demostrado ser efectiva para reducir las crisis en algunos niños cuyas crisis no responden a los medicamentos. Requiere supervisión profesional para evitar deficiencias nutricionales.
Riesgos Asociados y Qué Hacer Durante una Crisis
Aunque muchas personas con epilepsia llevan vidas plenas, existen riesgos específicos:
- Estado de Mal Epiléptico: Una crisis que dura más de 5 minutos o crisis repetidas sin recuperación de la conciencia. Es una emergencia médica que requiere atención inmediata para evitar daño cerebral.
- Muerte Súbita Inexplicada en Epilepsia (SUDEP): Un riesgo raro pero mayor en personas con epilepsia, cuyas causas exactas aún se investigan.
Si Presencias una Crisis Convulsiva:
Tu acción puede marcar la diferencia. Recuerda:
- Voltea a la persona de lado para mantener despejada la vía aérea.
- Protege su cabeza con algo blando.
- Afloja la ropa ajustada alrededor del cuello.
- NO restrinjas sus movimientos a menos que esté en peligro inmediato.
- NO pongas nada en su boca.
- Retira objetos peligrosos del entorno.
- Observa la duración y los síntomas para informar al personal médico.
- Permanece con la persona hasta que se recupere.
Llama a emergencias si la crisis dura más de 5 minutos, la persona no recupera la conciencia, tiene dificultad para respirar, se lesiona, está embarazada o tiene diabetes, o si es la primera crisis conocida de la persona.

Si Presencias una Crisis No Convulsiva:
Estas crisis pueden manifestarse como confusión, mirada perdida o automatismos. Recuerda que el comportamiento no es intencional.
- Retira objetos peligrosos del área.
- No trates de detener a la persona si está deambulando, a menos que esté en peligro.
- No grites ni sacudas a la persona.
- Permanece con ella hasta que recupere completamente la alerta.
Preguntas Frecuentes
Aquí respondemos algunas dudas comunes sobre la epilepsia:
¿La epilepsia es una enfermedad mental?
No. Es un trastorno neurológico, una condición del cerebro. Aunque puede coexistir con problemas de salud mental o afectar el comportamiento, no es una enfermedad psiquiátrica primaria.
¿La epilepsia se cura?
Actualmente no tiene una cura definitiva para todos. Sin embargo, en muchos casos, especialmente en niños, las crisis pueden controlarse completamente con tratamiento e incluso desaparecer con el tiempo (remisión). Las opciones de tratamiento buscan controlar las crisis y mejorar la calidad de vida.
¿Se puede prevenir la epilepsia?
Algunos casos pueden prevenirse al evitar lesiones cerebrales (usando cinturones, cascos) y tratando afecciones subyacentes (enfermedades cardiovasculares, infecciones, problemas durante el embarazo). La identificación y tratamiento tempranos de las crisis también pueden ayudar a prevenir su consolidación.
¿Qué desencadena una crisis epiléptica?
Aunque la epilepsia es una condición crónica, ciertas situaciones pueden actuar como desencadenantes en personas con la condición. Los más comunes incluyen la falta de sueño, el estrés, el consumo de alcohol, los cambios hormonales (como el ciclo menstrual) y, en algunos casos, los destellos de luz (epilepsia fotosensible).
Conclusión
La epilepsia es un trastorno complejo pero cada vez mejor comprendido gracias a los avances en la neurociencia. La investigación continua en genética, neuroimagen y nuevas terapias ofrece esperanza para un mejor control de las crisis e incluso para la prevención en el futuro. Con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con epilepsia pueden llevar vidas productivas y activas, superando los desafíos que esta condición neurológica presenta.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Epilepsia: Un Viaje al Cerebro Eléctrico puedes visitar la categoría Neurología.
